HIIT aplicado en futbolistas

Diversas forMAS de entrenamiento con intervalos de alta intensidad (HIIT) se emplean periódicamente como intervenciones específicas para mejorar las capacidades fisiológicas en jugadores de fútbol (Wahl et al., 2014; Arazi et al., 2017). El HIIT se prescribe típicamente en forma de intervalos cortos, intervalos largos, sprints repetidos y juegos reducidos para dirigirse a los sisteMAS metabólicos oxidativos, neuromuscular y anaeróbico a lo largo de la temporada (Laursen y Buchheit, 2019). Seleccionar una sesión de HIIT adecuada para el fútbol implica considerar diferentes factores como el perfil del jugador, las demandas del juego, las adaptaciones a largo plazo esperadas y la periodización del entrenamiento (Faude et al., 2013; Arazi et al., 2017; Laursen y Buchheit, 2019).

Cuando se prescribe HIIT, se consideran varios factores como la duración e intensidad de los periodos de trabajo y la recuperación entre esfuerzos, el número de series, el número de repeticiones en una serie, la duración e intensidad de la recuperación entre series, el trabajo total realizado, la frecuencia de las sesiones de entrenamiento y la modalidad de entrenamiento (Tschakert y Hofmann, 2013). La duración e intensidad del ejercicio y los intervalos de recuperación son factores clave determinantes (Buchheit y Laursen, 2013; Foster et al., 2015; Bonato et al., 2017; Menz et al., 2019; Rasouli mojez et al., 2021; Sayevand et al., 2022).

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Se han desarrollado diversas forMAS de métodos de prescripción de HIIT para ayudar a los atletas a alcanzar la intensidad de ejercicio deseada durante sus sesiones de entrenamiento de manera controlada y personalizada. Los procedimientos pueden incluir: 1) una prescripción basada en la percepción del esfuerzo (RPE), que se considera la práctica universal de HIIT; 2) el método basado en la velocidad aeróbica máxima y la potencia, que se considera componentes críticos para muchas disciplinas deportivas; 3) el test intermitente 30-15, que se ha demostrado ser un medio efectivo para medir la capacidad de prescripción adecuada de HIIT en deportes de equipo para lograr adaptaciones específicas; 4) ejercicios supramáximos, basados en medidas de reserva de velocidad/potencia anaeróbica, por encima de la velocidad/potencia asociada con el consumo máximo de oxígeno [V̇O2max (v/pV̇ O2max)]; 5) enfoques basados en la frecuencia cardíaca y en la potencia, que se ha demostrado que es el método más eficaz en HIIT; 6) y el entrenamiento de sprint.

El HIIT para intensidades máxiMAS generalmente se prescribe en función de la velocidad/potencia máxima aeróbica (V̇O2max), también conocida como velocidad/potencia aeróbica máxima (MAS/MAP) (Buchheit y Laursen, 2013; Sheykhlouvand et al., 2018). “Dado que teóricamente se considera que MAS/MAP es la velocidad/potencia mínima en la cual se obtiene V̇O2max (Billat y Koralsztein, 1996), esta variable podría ‘representar una referencia ideal para el entrenamiento’ para mejorar V̇O2max y parámetros cardiorrespiratorios relacionados” (Buchheit y Laursen, 2013). Esta noción ha sido justificada por el concepto de que las intervenciones de HIIT que provocan V̇O2max, o un porcentaje muy alto de este, se asocian con reclutamiento de unidades motoras grandes (Gollnick et al., 1974; Altenburg et al., 2007) y el logro de un gasto cardíaco casi máximo (Buchheit y Laursen, 2013), y posteriormente pueden imponer un estímulo efectivo para mejorar V̇O2max, que se manifiesta mediante el mejor suministro de oxígeno a los músculos activos (componente central) y el aumento de la capacidad de los músculos para utilizar el oxígeno (componente periférico) (Midgley y McNaughton, 2006; Laursen y Jenkins, 2002).

En intensidades supramáximas (es decir, intensidades más allá de la MAV), están involucrados tanto los sistemas metabólicos aeróbicos como anaeróbicos, y “de manera intuitiva, una medida indirecta de la MAV no prescribiría de manera óptima una intensidad supramáxima que requiera metabolismo anaeróbico” (Collison et al., 2022). Además, la MAV depende del método y el protocolo utilizado (Sandford et al., 2021; Laursen y Buchheit, 2019), y en el caso de utilizar protocolos con duraciones de etapas más largas para la determinación de la MAV, tienden a obtenerse valores de velocidad más bajos (Midgley et al., 2006). En cambio, el uso de incrementos de velocidad más grandes (pruebas más cortas) podría llevar a valores de velocidad elevados, siendo la capacidad anaeróbica del individuo un factor potencialmente confuso en la evaluación (Laursen y Buchheit, 2019). Asimismo, al ejercitarse a intensidades supramáximas, las respuestas óptimas están relacionadas con la proporción de la reserva de velocidad anaeróbica [ASR; la diferencia entre la MAV y la velocidad máxima de sprint (MSS)] (Du y Tao, 2023). Los atletas con la misma MAV pueden presentar una MSS y ASR diferentes. La intensidad del ejercicio como proporción de la MAV implica un porcentaje diferente de ASR entre los atletas con perfiles diferentes, lo que resulta en demandas y adaptaciones fisiológicas diferentes (Sandford et al., 2021). Recientemente, Du y Tao (2023) indicaron que el HIIT prescrito utilizando proporciones individualizadas de la MAV resulta en mayores variaciones interindividuales en adaptaciones fisiológicas que las intervenciones de HIIT supramaximas diseñadas utilizando ASR. En otro experimento, Wang y Zhao (2023) indicaron los mismos resultados al comparar las adaptaciones a ASR y MAV. A intensidades más allá de la MAV, el uso de ASR normaliza el estímulo mecánico y fisiológico relacionado de acuerdo con el techo de los atletas, “asegura una demanda fisiológica similar entre individuos y potencialmente facilita grados similares de adaptación fisiológica” (Collison et al., 2022). Por lo tanto, la individualización del HIIT a intensidades supramáximas utilizando ASR puede facilitar adaptaciones homogeneizadas entre individuos con diversos límites fisiológicos (Collison et al., 2022; Du y Tao, 2023).

Aunque la individualización del HIIT supramáximo utilizando ASR puede ser un enfoque más práctico que la MAS, no proporciona una visión integral de los diversos factores fisiológicos cruciales durante las sesiones de HIIT específicas para equipos (Buchheit y Laursen, 2013). En deportes de equipo como el fútbol, el HIIT incluye intervalos cortos repetidos (Senécal et al., 2021; Douchet et al., 2023) en los que los entrenadores deben tener en cuenta factores como la cinética de V̇O2 al comienzo de los intervalos, la capacidad fisiológica de recuperación durante los intervalos de descanso y la capacidad de cambio de dirección, además del porcentaje de ASR involucrado (Buchheit, 2008a; 2008b). Las intervenciones de HIIT sin tener en cuenta estos factores darán lugar a demandas fisiológicas variables, evitarán la estandarización de la carga de entrenamiento y probablemente limitarán la consecución de adaptaciones fisiológicas deseadas (Buchheit y Laursen, 2013). Se ha afirmado que el Test de Aptitud Intermitente 30-15 (30-15IFT) supera las limitaciones mencionadas anteriormente, ya que este test ha sido creado para provocar V̇O2 al mismo tiempo que proporciona una medida de ASR, habilidad de carrera repetida, deceleración, aceleraciones y habilidades de cambio de dirección (Buchheit, 2005; 2008a; 2008b; Buchheit y Laursen, 2013). La velocidad alcanzada al final del Test de Aptitud Intermitente 30-15 (VIFT) sería el resultado de los parámetros mencionados anteriormente (Buchheit, 2008a; 2008b; Buchheit et al., 2009).

En un estudio reciente, Collison y colegas (2022) compararon la variabilidad del rendimiento en carreras intervaladas a intensidades supramáximas cuando se prescribían como proporción de ASR, VIFT y MAS. Concluyeron que, en comparación con los intervalos realizados según la MAS, la variabilidad en el tiempo de agotamiento durante las carreras intervaladas supramáximas disminuía cuando se prescribían según el ASR individual en lugar de basarse en VIFT. Los estudios mencionados indican el potencial de tales métodos para reducir la variabilidad entre sujetos en la tolerancia al ejercicio. Sin embargo, no está claro si igualar la tolerancia al ejercicio también puede reducir la variación en la magnitud de las adaptaciones entre individuos con techos fisiológicos diferentes durante un período de entrenamiento. En consecuencia, nuestro objetivo fue comparar la homogeneidad de las adaptaciones a programas de HIIT diseñados utilizando ASR, VIFT y MAS, y determinar si dicho enfoque resultaría en respuestas adaptativas más uniformes entre jugadores de fútbol con perfiles diferentes. Basándonos en la idea de que estos métodos de programación igualan el estímulo mecánico y las demandas fisiológicas entre atletas con perfiles variables (Blondel et al., 2001; Collison et al., 2022), formulamos la hipótesis de que las intervenciones de HIIT supramáximas prescritas con ASR y VIFT disminuirían la variabilidad interindividual en adaptaciones fisiológicas.

Utilizando un método de aleatorización simple, los futbolistas fueron asignados al azar a grupos de HIIT que realizaron programas prescritos utilizando ASR (HIITASR), VIFT (HIITvIFT) y MAS (HIITMAS), cada uno de ellos con una duración de 10.

Diseño experimental

Este estudio presenta un diseño factorial de medidas repetidas con una proporción de asignación de 1:1:1. Las mediciones iniciales se realizaron durante la fase de temporada baja del programa de entrenamiento anual de los atletas, con pruebas posteriores después de la intervención de HIIT de 6 semanas. Antes y después del período de entrenamiento, los participantes realizaron una prueba de ejercicio progresivo para la evaluación de V̇O2max, MAS, pulso de O2 (V̇O2/FC), ventilación máxima (V̇E), y el primer y segundo umbral ventilatorio [VT1 y VT2 (%V̇O2max)]. En la segunda y tercera ocasión, se evaluaron VIFT y MSS. Los participantes completaron las sesiones de prueba en días diferentes con un descanso de 24 horas, y se les pidió que se abstuvieran de consumir alcohol (Barzegar et al., 2021) y evitaran la actividad física intensiva entre las pruebas (Gharaat et al., 2020). Todas las pruebas se realizaron por la mañana (~9 – 11:30 am) a una temperatura ambiente de ~22 – 24ºC y una humedad relativa de ~55 – 60%. Los participantes realizaron 3 sesiones/semana de HIIT y se sometieron al mismo protocolo de prueba que antes del entrenamiento, en la misma secuencia y condiciones similares, 48 horas después de la última sesión de entrenamiento.

Prueba de ejercicio incremental utilizando un analizador de gases

Después de 10 minutos de calentamiento, que consistió en 5 minutos de intensidad baja a moderada (50% a 70% de la FCmáx predicha según la edad del individuo), seguido de 5 minutos de estiramientos generales dinámicos (Heyward y Gibson, 2014), los atletas realizaron una prueba de carrera incremental en una cinta de correr (Technogym, Cesena, Italia) para evaluar parámetros fisiológicos. Los participantes comenzaron a correr a una velocidad inicial de 8 km/h, aumentando en 1 km/h cada 3 minutos hasta el agotamiento. Un intervalo de descanso de 30 segundos separó las etapas para la toma de muestras de sangre del lóbulo de la oreja para determinar las concentraciones de lactato sanguíneo [La−] (Lactate Scout+, SensLab, Leipzig, Alemania) (Billat et al., 2000; Esfarjani y Laursen, 2007).

Los parámetros fisiológicos se midieron utilizando un sistema de recopilación de gases (MetaLyzer 3B-R2, Cortex, Alemania) calibrado por un técnico experimentado antes de cada prueba. El valor promedio de 30 segundos más alto de los valores de V̇O2 se consideró como V̇O2max. Los siguientes criterios confirmaron alcanzar el V̇O2max: 1) estabilización o una ligera disminución en el V̇O2 a pesar del aumento en la velocidad de carrera, 2) relación de intercambio respiratorio > 1.2, 3) FC alcanzada ≥ 90% de la máxima predicha, 4) [La−] ≥ 8 mmol/l, y 5) evidencia clara de agotamiento (Fereshtian et al., 2017; Sheykhlouvand y Forbes, 2017; Liu y Wang 2023).

El punto donde ocurrió un aumento en la relación V̇E/V̇O2 y la tensión de oxígeno al final de la espiración (PETO2) sin un aumento simultáneo en la relación V̇E/V̇CO2 se consideró VT1. El criterio de identificación de VT2 fue la elevación continua en las curvas de la relación V̇E/V̇O2 y V̇E/V̇CO2 relacionadas con la disminución en PETO2 (Alejo et al., 2022). El gasto cardíaco máximo (Q̇max) y el volumen sistólico máximo (SVmax) se analizaron utilizando el dispositivo de impedancia cardiográfica PhysioFlow (Manatec, Francia) durante la prueba de ejercicio incremental. La MAS se estableció como una velocidad mínima que el V̇O2max provocó siempre que pudiera mantenerse durante al menos un minuto. En caso de alcanzar el V̇O2max durante una etapa donde su velocidad no se pudo mantener durante un minuto, se estableció la velocidad de la etapa anterior como MAS.

Velocidad máxima de sprint

Los participantes completaron dos pruebas consecutivas de sprint de 40 metros con divisiones de 10 metros, y la MSS se estableció como el tiempo más rápido en la división de 10 metros (Buchheit et al., 2012). Se animó a los participantes a correr entre compuertas de medición electrónica (Freelap Pro Coach BLE 424, Alachua, FL, EE. UU.) tan rápido como fuera posible, utilizando una posición de pie, con el pie delantero a 0.5 metros detrás de la primera compuerta y un tiempo de inicio autoseleccionado, y los tiempos se midieron con precisión hasta 0.01 segundos. Los transmisores se colocaron en la base según las instrucciones del fabricante (altura de 30 cm) y la velocidad máxima de sprint se definió como la velocidad de carrera alcanzada durante el “Splitbest” (Buchheit et al., 2012). Las pruebas se separaron con 2 minutos de descanso, y el análisis se realizó en función del mejor rendimiento del atleta. La confiabilidad test-retest de la prueba de sprint de 40 metros fue de 0.94 (Rimmer y Sleveret, 2000). La prueba se realizó en un campo cubierto con una temperatura ambiente de ~22 – 24ºC. La condición fue casi la misma durante la pre y post-entrenamiento. El ASR se obtuvo restando el MAP de la MSS.

Test Intermitente 30-15

La prueba consistió en carreras intermitentes de 30 segundos con recuperación pasiva de 15 segundos entre los esfuerzos. Los participantes comenzaron la prueba con una velocidad inicial de 8 km/h, aumentando en incrementos de 0.5 km/h cada 45 segundos. Se les indicó correr entre dos líneas separadas por 40 metros, en un movimiento de ida y vuelta. Fueron guiados por un archivo de audio pregrabado que señalaba cuando debían estar dentro de un área de 3 metros alrededor de la línea objetivo. Durante la recuperación, los atletas se movieron hacia adelante para llegar a la línea más cercana desde donde comenzarían el próximo paso. Se alentó a los participantes a completar el máximo número de etapas que pudieran. La prueba terminó cuando no pudieron mantener un ritmo de carrera o no lograron estar dentro de la zona de 3 metros alrededor de cada línea al escuchar la señal auditiva tres veces (Buchheit, 2008a). La velocidad alcanzada al final de la prueba 30-15IFT se consideró como VIFT.

Programas de HIIT

Los participantes comenzaron las intervenciones de HIIT aproximadamente 48 horas después de las mediciones iniciales. Antes de participar en este experimento, todos los grupos tenían cinco sesiones por semana de entrenamiento técnico y táctico específico de fútbol de intensidad moderada, con una duración de 70 a 90 minutos (aproximadamente a las 9:30 am). Además de su entrenamiento regular de fútbol, participaron en 3 sesiones de HIIT por semana (aproximadamente a las 4:30 pm), con un espacio de 1-2 días entre sesiones. La sesión de entrenamiento de HIIT comenzaba con un calentamiento de 10 minutos, que incluía trotar, estiramientos dinámicos y sprints cortos con la integración de acciones técnicas específicas del fútbol. Estudios previos han demostrado que la carrera de alta intensidad corresponde al 11-11.7% del tiempo de juego en partidos, con hasta 105 esfuerzos intensivos de corta duración (2-6 segundos) (McInnes et al., 1995; Ben et al., 2007; Figueira et al., 2022) cada 21-39 segundos (Conte et al., 2015). En consecuencia, la duración de los intervalos se estableció en 2 series de intervalos de 6, 7, 8, 7, 8 y 9 minutos (de la primera a la sexta semana, respectivamente), incluyendo 15 segundos de carrera a Δ%20ASR (MAS + 0.2 × ASR), 120%MAS o 95%VIFT, seguidos de 15 segundos de recuperación pasiva. “Dado que VIFT es de 2 a 5 km/h (15-25%) más rápido que MAS, es necesario ‘ajustar’ el porcentaje de VIFT utilizado al programar” (Buchheit y Laursen, 2013). Por lo tanto, prescribimos el 95%VIFT para los participantes del grupo HIITvIFT, como se sugirió anteriormente.

Resultados

No hubo diferencia entre los grupos (p > 0.05) para los parámetros medidos en el punto de partida. Todas las intervenciones de entrenamiento mejoraron significativamente el V̇O2max (mL/kg/min y L/min), V̇O2/FC, V̇E, VT1, VT2, Q̇max, SVmax y MAS a lo largo del tiempo (p < 0.05). Además, el ASR disminuyó significativamente en todos los grupos de HIIT con el tiempo (p < 0.05). No hubo diferencia entre grupos para el cambio en las variables mencionadas anteriormente a lo largo del tiempo (p > 0.05). Se observó una variabilidad interindividual más baja (CV) para los cambios porcentuales de las variables mencionadas anteriormente en respuesta a HIITASR y HIITVIFT, en comparación con HIITMAS.

Discusión

Este estudio es el primero en comparar la homogeneidad de las adaptaciones a intervenciones de HIIT supramaximal prescritas utilizando ASR, VIFT y MAS en jugadores de fútbol. El hallazgo más destacado del presente estudio fue que seis semanas de HIIT supramaximal utilizando ASR y VIFT resultaron en una respuesta adaptativa más uniforme que el HIIT basado en MAS en individuos con perfiles diferentes. Además, todas las intervenciones de HIIT estimularon de manera suficiente los mecanismos adaptativos que promueven parámetros fisiológicos asociados con los componentes centrales de la aptitud aeróbica.

Los resultados corroboran las propuestas de estudios que indican que ASR (Blondel et al., 2001; Collison et al., 2022; Julio et al., 2022; Du and Tao, 2023) y VIFT (Buchheit, 2005 y 2008; Buchheit and Laursen, 2013) son intensidades de referencia adecuadas para prescribir HIIT. En el primer estudio sobre ASR, Blondel y colegas (2001) compararon la tolerancia al ejercicio en diversas proporciones de MAS con la intensidad expresada en relación con la velocidad crítica y la MSS. Concluyeron que expresar la intensidad como una proporción de ASR a velocidades supramaximales permite que las capacidades anaeróbicas individuales estén involucradas, resulta en una predicción más precisa de la tolerancia al ejercicio y reduce la variabilidad interindividual en el tiempo hasta la agotamiento. Sin embargo, la medida en que tal enfoque resultaría en adaptaciones fisiológicas uniformes sigue siendo poco clara. Aunque algunos estudios han probado la homogeneidad del rendimiento en respuesta a intervenciones basadas en ASR (Julio et al., 2022; Collison et al., 2022), solo un estudio ha investigado las adaptaciones fisiológicas a intervenciones prescritas utilizando el enfoque ASR. En concordancia con nuestros hallazgos, Du y Tao (2023) indicaron que expresar la intensidad de HIIT como una proporción de ASR reduce la variabilidad interindividual en adaptaciones posteriores. Su investigación fue limitada ya que compararon intervenciones de HIIT realizadas a intensidades supramaximales (Δ20%ASR) con una intervención realizada al 100%MAS. Sin embargo, nuestros resultados complementan los hallazgos de Du y Tao (2023) al respecto. Emplear este enfoque en el diseño de intervenciones de HIIT supramaximal evita desajustes entre el perfil del individuo y la intervención de entrenamiento y normaliza el estrés fisiológico y mecánico en relación con el umbral del atleta (Sandford et al., 2021; Collison et al., 2022; Du y Tao, 2023). 

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De acuerdo con la hipótesis de los autores, el HIIT supramaximal utilizando VIFT también disminuyó la variabilidad interindividual en las adaptaciones fisiológicas en comparación con el HIIT prescrito utilizando MAS. Aunque los valores de CV en la respuesta adaptativa al HIITvIFT fueron más bajos que el HIITASR, esto no fue significativamente diferente, lo que indica la falta de efectos superiores del HIIT basado en ASR para disminuir la variabilidad interindividual en las respuestas adaptativas en comparación con el HIIT prescrito como proporción de VIFT. Este resultado contradice a Collison y colegas (2022), quienes informaron que, en comparación con la prescripción utilizando MAS, la variabilidad en el rendimiento de carreras a intervalos supramaximales disminuye al prescribir la intensidad del ejercicio como un porcentaje de ASR, pero no cuando la intervención de HIIT se define utilizando VIFT. Por el contrario, nuestros hallazgos respaldan a Buchheit y Laursen (2013), quienes afirmaron que el 30-15IFT no solo provoca la frecuencia cardíaca máxima y el consumo máximo de oxígeno, sino que también proporciona una medida de ASR, convirtiéndolo en una herramienta única para la individualización del entrenamiento a intervalos.

El mecanismo que explica la disminución de la variación entre sujetos en la respuesta adaptativa al HIITASR y HIITvIFT podría deberse a la participación facilitada de proporciones similares de techo fisiológico entre individuos con perfiles diferentes (Sandford et al., 2021; Collison et al., 2022). De hecho, “la intensidad del ejercicio más allá de MAS es una proporción de ASR en lugar de una intensidad relativa en relación con MAS” (Sandford et al., 2021). Utilizar la MAS de un atleta para determinar la intensidad del HIIT supramaximal puede imponer niveles variables de estrés homeostático. Esta variabilidad podría conducir a un estímulo no uniforme entre atletas con perfiles diferentes y, a su vez, resultar en respuestas adaptativas diferentes. El uso de ASR y VIFT para individualizar el HIIT realizado a intensidades más allá de la MAS normaliza el estímulo mecánico y fisiológico relacionado de acuerdo con el techo de los atletas, “asegura una demanda fisiológica similar entre individuos y facilita potencialmente grados similares de adaptación fisiológica” (Collison et al., 2022).

Otro hallazgo del estudio fue que el V̇O2max y los parámetros fisiológicos relacionados mejoraron significativamente en respuesta a las tres intervenciones de HIIT con el tiempo. Las mejoras en el V̇O2max pueden ocurrir a través de un aumento en los componentes centrales (es decir, entrega de O2) y periféricos (es decir, uso de O2 por los músculos activos) de la aptitud aeróbica (Bayati et al., 2011; Sheykhlouvand et al., 2016; 2022). El mecanismo subyacente al aumento del V̇O2max podría deberse en parte a una mejor función cardíaca, que puede ser verificada por el aumento del V̇O2/FC, Q̇ máx y SVmáx en todos los grupos de HIIT.

Una limitación de este estudio podría ser la inclusión únicamente de participantes masculinos, y los resultados no pueden aplicarse a mujeres. Además, no se pudo supervisar de cerca la calidad del sueño de los participantes y monitorear estrictamente las prácticas dietéticas. Aunque las condiciones ambientales en las mediciones iniciales y la prueba posterior fueron casi las mismas, se observó una ligera diferencia en la temperatura ambiente y la humedad relativa. Estos resultados solo se aplican a los protocolos de HIIT individualizados, y se desconoce la posibilidad de obtener tales resultados utilizando intensidades o volúmenes de entrenamiento más altos.

En conclusión, el presente estudio indicó que seis semanas de HIIT supramaximal utilizando ASR y VIFT resultaron en una respuesta adaptativa más uniforme que el HIIT basado en MAS en individuos con perfiles diferentes. Esta individualización disminuyó la variabilidad entre sujetos en las adaptaciones fisiológicas al HIIT supramaximal en comparación con las intervenciones prescritas basadas en MAS. Además, el HIIT realizado con Δ20%ASR, 95%VIFT y 120%MAS resultó en mejoras significativas en el V̇O2max y parámetros fisiológicos asociados con los componentes centrales de la aptitud aeróbica.

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Referencia completa:

Dai L, Xie B. Adaptations to Optimized Interval Training in Soccer Players: A Comparative Analysis of Standardized Methods for Individualizing Interval Interventions. J Sports Sci Med. 2023 Dec 1;22(4):760-768. doi: 10.52082/jssm.2023.760.

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