La diabetes representa un importante problema de salud pública que requiere estrategias efectivas y rentables de control glucémico (1). La intervención en el estilo de vida que implica modificaciones dietéticas y un aumento de la actividad física sirve como tratamiento de primera línea para la diabetes tipo 2. La restricción calórica diaria que conduce a una pérdida de peso sustancial ha demostrado mejorar el control glucémico e inducir la remisión de la diabetes (2,3). Sin embargo, estos enfoques suelen implicar una rigurosa restricción calórica continua, lo que impacta significativamente en la vida diaria y resulta difícil de cumplir, especialmente para la población en edad laboral sin obesidad grave (4). Las intervenciones en el estilo de vida que son flexibles con los ritmos de vida laboral podrían mejorar la adherencia. La dieta 5:2, un régimen de ayuno periódico que implica una dieta muy baja en calorías durante 2 días a la semana y una dieta regular durante los 5 días restantes (5), ha mostrado un efecto comparable a la restricción energética continua en la reducción de la hemoglobina glucosilada (HbA1c) en la diabetes tipo 2, aunque los resultados fueron inconsistentes y limitados por el tamaño reducido de las muestras (6–9). La eficacia de la dieta 5:2 desafía el paradigma existente de intervención en el estilo de vida donde se requiere un cambio de comportamiento sostenido. Enfoques donde las personas deben modificar intensamente sus hábitos pero de forma intermitente pueden permitir una manera más conveniente y eficaz de lograr beneficios metabólicos. De manera similar, estudios observacionales han demostrado los beneficios de un patrón de actividad física ” de fin de semana” caracterizado por realizar todo el ejercicio en 1 o 2 días de la semana (10). Dado que la falta de tiempo es una de las barreras más citadas para la actividad física regular, la cantidad de entrenamiento aeróbico y de fuerza recomendada por las pautas puede resultar pesada para las personas con poco tiempo libre (11,12). Evidencia inicial de estudios a pequeña escala sugiere que tan solo 4 minutos de entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) en bajo volumen pueden reducir la HbA1c (13–16), aunque otros no han corroborado estos hallazgos (17,18). El enfoque combinado de HIIT de bajo volumen y entrenamiento de fuerza podría ofrecer una estrategia de ejercicio completa y eficiente en tiempo (19); sin embargo, su eficacia para el control glucémico rara vez ha sido estudiada. Tanto la dieta 5:2 como el HIIT de bajo volumen combinado con entrenamiento de fuerza han mostrado potencial como estrategias prácticas, que son eficientes en tiempo y flexibles con los ritmos de vida laboral.
Este estudio, el primero de su tipo como un ensayo controlado aleatorio, tuvo como objetivo examinar los efectos de una dieta con restricción energética de 2 días a la semana o HIIT de bajo volumen combinado con intervención de entrenamiento de fuerza llevada a cabo 2 días a la semana (régimen 5:2) en comparación con la educación sobre el estilo de vida rutinario (control) en el control glucémico, así como en la composición corporal, el contenido de grasa hepática y los parámetros cardiometabólicos, entre adultos con sobrepeso/obesidad y diabetes tipo 2.
Resultados: La intervención dietética redujo significativamente el nivel de HbA1c (%) después de las 12 semanas de intervención (-0,72, IC del 95% -0,95 a -0,48) en comparación con el grupo de control (-0,37, IC del 95% -0,60 a -0,15) (dieta vs. control -0,34, IC del 95% -0,58 a -0,11, P = 0,007). La reducción en el nivel de HbA1c en el grupo de intervención de ejercicio (-0,46, IC del 95% -0,70 a -0,23) no difirió significativamente del grupo de control (ejercicio vs. control -0,09, IC del 95% -0,32 a 0,15, P = 0,47). El grupo de intervención de ejercicio fue superior en mantener la masa corporal magra. Tanto las intervenciones dietéticas como las de ejercicio indujeron mejoras en la adiposidad y la esteatosis hepática.
Este estudio demuestra que una dieta energéticamente restringida 5:2 a corto plazo podría mejorar significativamente el control glucémico, la composición corporal y varios parámetros cardiometabólicos. A pesar de no ofrecer beneficios significativos en el control glucémico, el protocolo de ejercicio mejoró la adiposidad corporal y la esteatosis hepática, mostrando efectos superiores en el mantenimiento de la masa corporal magra. Estos hallazgos desafían el paradigma actual de la intervención en el estilo de vida, en el que se requiere un cambio de comportamiento frecuente para ver mejoras en la salud metabólica. El estudio sugiere que una dieta 5:2 supervisada médicamente podría servir como una estrategia alternativa para mejorar el control glucémico. Se necesita una investigación adicional para explorar el efecto del régimen 5:2 en combinación con dieta y ejercicio.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/04/Effect-of-5-2-Regimens.pdf
Referencia completa:
Li M, Li J, Xu Y, Gao J, Cao Q, Ding Y, Xin Z, Lu M, Li X, Song H, Shen J, Hou T, He R, Li L, Zhao Z, Xu M, Lu J, Wang T, Wang S, Lin H, Zheng R, Zheng J, Baker CJ, Lai S, Johnson NA, Ning G, Twigg SM, Wang W, Liu Y, Bi Y. Effect of 5:2 Regimens: Energy-Restricted Diet or Low-Volume High-Intensity Interval Training Combined With Resistance Exercise on Glycemic Control and Cardiometabolic Health in Adults With Overweight/Obesity and Type 2 Diabetes-A Three-Arm Randomized Controlled Trial. Diabetes Care. 2024 Apr 18:dc240241. doi: 10.2337/dc24-0241.