Rango de movimiento y riesgo de lesión Durante el ejercicio, la tasa de hidrólisis muscular del ATP aumenta hasta 100 veces en los músculos que están siendo ejercitados. Dado que solo hay alrededor de 5 mmol/L de ATP en el músculo esquelético, la resíntesis de ATP siempre debe coincidir estrechamente con la hidrólisis del ATP, ya que la depleción de ATP llevaría al rigor mortis. El ATP se resintetiza mediante la transferencia de fosfato desde la fosfocreatina, mediante la glucólisis, o mediante la fosforilación oxidativa a partir de carbohidratos o grasas.
Argumentalmente, el mejor biomarcador sanguíneo para valorar el estado del metabolismo energético durante el ejercicio es la concentración de lactato en la sangre arterial a una intensidad de ejercicio dada. En relación con el lactato, se estableció el concepto de “máximo estado estable de lactato”, reflejando la intensidad de ejercicio más alta donde la concentración de lactato arterial permanece constante en el tiempo, ya que todo el lactato sintetizado aún puede ser eliminado por fosforilación oxidativa y gluconeogénesis.
Un punto importante es el uso de los términos “aeróbico” y “anaeróbico”. Mader y col. utilizan el término “aeróbico” para la fosforilación oxidativa, ya que requiere oxígeno, y “anaeróbico” para la glucólisis con síntesis de lactato, ya que no requiere oxígeno. No utilizan el término “anaeróbico” para indicar hipoxia o sugerir que la hipoxia sea un activador crítico del flujo glucolítico.
El protocolo de prueba del MLSS, que consiste en realizar repeticiones de ejercicio de 30 minutos cerca del MLSS previsible, es el protocolo estándar para determinar el MLSS, ya que determina directamente la intensidad constante más alta donde la concentración de lactato se mantiene constante en la sangre con el tiempo. Es importante destacar que el MLSS describe el máximo estado estable del lactato sanguíneo y no el estado máximo estable metabólico.
La metodología propuesta para determinar el MLSS consiste en la aplicación de cargas estables de 20 min de duración, comenzando por intensidades de ejercicio correspondientes al umbral láctico (determinado previamente en un test incremental), y aumentando la carga sucesivamente un 20%. Durante estas fases de carga constante se determina cada 5 min la frecuencia cardiaca y la concentración de lactato en sangre (también se puede realizar simultáneamente un análisis del intercambio gaseoso).
Al finalizar el periodo de ejercicio de carga estable (20 min) se valoran las diferencias de la concentración de lactato entre el final del ejercicio (min 20) y el comienzo (min 5). Si la diferencia es menor de 1 mM se administrará una mayor carga de trabajo (aumentos del 20%) hasta que la diferencia (min 20 – min 5) en la concentración de lactato sea mayor de 1 mM. Cuando esto ocurra, se considerará que esa carga de trabajo es superior al máximo estado estable del lactato, lo que obligará, para alcanzar una mayor precisión, a la realización de otra fase de carga estable disminuyendo en un 10% la intensidad respecto a la anterior. En el caso de no alcanzar un estado estable de lactato con esa nueva carga, aplicaríamos otra fase de trabajo disminuyendo un 5% la intensidad aplicada.
