Dormir durante un breve período (siesta), especialmente durante el día, es capaz de restaurar la energía y la resistencia. Por lo tanto, una siesta puede ser utilizada como una herramienta de recuperación para los deportistas (Daniel et al., 2010; Waterhouse et al., 2007).
Las siestas a mediodía después de la pérdida de sueño por la noche pueden restaurar el rendimiento físico y cognitivo, junto con las respuestas perceptuales de un atleta (Botonis et al., 2021). Daniel et al. (2010) estudiaron los patrones de siestas diurnas en 6 sujetos masculinos y demostraron que una siesta diurna después del ejercicio de resistencia aeróbica (aproximadamente a las 11:30 h) es una herramienta potencial y valiosa para la recuperación y restauración de energía y resistencia.
Lastella et al. (2021) sugirieron que se permita a los atletas tomar aproximadamente 30 minutos de siesta antes del entrenamiento y la competición para reducir la inercia del sueño, lo que puede ayudar a obtener un mejor rendimiento, ya que la siesta mejora el rendimiento atlético, el rendimiento cognitivo, las medidas perceptuales y el estado de ánimo psicológico.
Otro estudio respaldó este resultado al demostrar que la siesta diurna compensa el efecto de la privación de sueño; llegaron a esta conclusión al llevar a cabo un experimento en el que la privación de sueño seguida de siestas de 30 minutos después del almuerzo facilitó el rendimiento mental y físico, la vigilancia, la memoria a corto plazo, la precisión, el tiempo de sprint y el tiempo de reacción (Waterhouse et al., 2007).
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Referencia completa:
Pradhan S, Parganiha A, Agashe CD, Pati AK. Circadian rhythm in sportspersons and athletic performance: A mini review. Chronobiol Int. 2024 Jan 21:1-45. doi: 10.1080/07420528.2024.2305663.