El entrenamiento intermitente de alta intensidad (10 s: 5 s) mejora el rendimiento aeróbico y anaeróbico

El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) es muy utilizado en el ámbito del fitness y por supuesto en el deporte de alta competición. En el primer caso casi siempre ligado a un objetivo de pérdida de grasa corporal y/o de mejora de la condición física general. Las estructuras utilizadas en el HIIT son muy diversas. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Belfry y col, 2020; Res Q Exerc Sport 26: 1-12; doi: 10.1080/02701367.2019.1696928) cuyo objetivo fue comparar los efectos de una sesión de 12-30 min con cargas constantes de máximo esfuerzo en cicloergómetro (HICT), con una sesión de ejercicio interválico de 12 series de 10 s de intervalo y 5 s de recuperación (INT) de similar duración y esfuerzo, realizadas en días alternos durante 4 semanas, sobre rendimiento y VO2max. Participaron 14 sujetos que fueron aleatoriamente asignados a HICT ó INT. Los resultados mostraron una mejora de la potencia media sostenida en el último minuto de un test de 3 min de máxima intensidad con el entrenamiento INT, mientras que en el grupo HICT la potencia media disminuyó. También INT mostró mayores efectos del entrenamiento en test de 60 s que HICT. El VO2pico y Wpico en la prueba de esfuerzo mejoraron en ambos grupos. Los autores concluyeron que el entrenamiento interválico 10 s: 5 s mejora el rendimiento aeróbico y anaeróbico en mayor medida que el entrenamiento continuo con la misma duración, esfuerzo y frecuencia.

El artículo plantea el eterno debate de que sistema de entrenamiento mejora en mayor cuantía el rendimiento. Cada uno de estos estudios tiene sus sesgos que hay que tener en cuenta antes de sacar conclusiones apresuradas. Entre otras cuestiones a tener en cuenta están: 1) el tiempo de aplicación, en este caso 4 semanas. Cualquier entrenador se partiría de risa con un periodo tan breve de adaptación; 2) la población a la que se aplica. A menor condición física más fácil es la mejora con cualquier sistema; 3) el carácter del esfuerzo. Soy un firme defensor del entrenamiento interválico de alta intensidad, pero también del entrenamiento continuo de moderada y baja intensidad, así como del entrenamiento continuo de alta intensidad. Cada entrenamiento tiene su sitio e indicación, aunque está claro que en el ámbito del fitness el entorno interválico es el merecido protagonista, especialmente porque no se busca rendimiento como primer objetivo.

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