Efectos de la inmersión en agua fría sobre daño muscular y recuperación de la función muscular

(post destacado 2018) Los efectos fisiológicos del frio sobre los procesos de recuperación post-ejercicio están en continuo debate. La idea más compartida por los investigadores en este momento es que la aplicación de frío después del ejercicio no supone una ayuda en la recuperación. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Siqueira y col, 2018; Sci Rep 8(1): 10961; doi: 10.1038/s41598-018-28942-5) cuyo objetivo fue investigar los efectos de múltiples inmersiones en agua fría (CWI) sobre la función muscular, marcadores de daño muscular, inflamación sistémica y marcadores de degradación de la matriz extracelular (ECM) después de un ejercicio que indujo daño muscular (EIMD). Participaron 30 hombres físicamente activos que fueron distribuidos aleatoriamente en un grupo control (CON) o un grupo que realizó inmersiones en agua fría (CWI). El grupo CWI realizó una inmersión (10 °C durante 20 min) justo al finalizar el ejercicio, y cada 24 h durante 72 h post-ejercicio, mientras que el grupo CON permaneció sentado fuera del agua durante los mismos periodos. Los resultados mostraron efectos diferenciales entre grupos, ni en el tiempo de valoración, en la fuerza muscular, recuperación en la altura del salto vertical y actividad de la metaloproteinasa-2 de la matriz (MMP-2). A las 24 h, el espesor muscular del grupo CWI regresó al tamaño normal y fue menor que el del grupo control. El dolor muscular (DOMS) desapareció a las 168 h post-ejercicio en el grupo CWI, pero no en el grupo CON. A las 168 h, la CK mostró valores más altos en el grupo control. Los autores concluyen que múltiples inmersiones en agua fría después del ejercicio atenúa el daño muscular, pero no afecta a la inflamación sistémica y recuperación de la función muscular.

Como en investigaciones previas, la inmersión en agua fría no parece ofrecer las ventajas suficientes como para considerar la misma como parte del protocolo ideal de recuperación para deportistas. No obstante, este y otros estudios si muestras aspectos diferenciales en la percepción del dolor o en los marcadores de daño muscular, aunque ello no se traduzca en una mejora del rendimiento, que en el fondo es lo que interesa al deportista. Por consiguiente, la inmersión en agua fría después del ejercicio no puede recomendarse de manera genérica pensando en una mejor recuperación asociada al rendimiento.

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