Adherencia al entrenamiento de fuerza, máxima prioridad

La fuerza es muy agradecida. A poco que entrenes cuando comienzas un programa la fuerza mejora. Más adelante, cuando ya se han conseguido adaptaciones notables, el rango de mejora es muy pequeño, como ocurre en el resto de las adaptaciones al entrenamiento. Lo importante, especialmente al inicio de los programas de entrenamiento de fuerza en pacientes y personas de edad media o avanzada, es tener presente que con pocos estímulos vamos a obtener adaptaciones. En mi opinión es deseable que en las primeras semanas los pacientes y personas no entrenadas finalicen las sesiones con la sensación de poder haber hecho mucho más, de que entrenar fuerza no es tan duro. Se supone que tenemos muchos años por delante para llevar a nuestro paciente/cliente a un estado óptimo de adaptación, así que no hay prisa. Aprovechemos este periodo para provocar adherencia al programa, que siempre será la máxima prioridad, aún en detrimento de la eficacia