La testosterona es la hormona anabólica por excelencia y tiene un papel clave en el desarrollo de la masa muscular y la fuerza. El envejecimiento disminuye de manera fisiológica los niveles de testosterona, y este hecho produce en los hombres una menor capacidad de adaptación al estímulo del entrenamiento físico en lo relativo a la masa muscular y la fuerza. No parece que periodos de entrenamiento a corto/medio plazo modifique las concentraciones séricas de testosterona, pero no sabemos con certeza si una vida físicamente activa a lo largo de los años es capaz de sostener mejor el declive fisiológico de las concentraciones de testosterona propios del envejecimiento
Testosterona y envejecimiento
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