Suplementación con nitratos en población clínica

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El nitrato inorgánico (NO₃⁻), presente en alimentos como la remolacha y otros vegetales, se consideraba inicialmente un compuesto biológicamente inerte. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que el cuerpo humano puede convertir el NO₃⁻ en óxido nítrico (NO), un compuesto clave en múltiples procesos fisiológicos. Esta conversión ocurre a través de un proceso de reducción que comienza en la cavidad oral y continúa en el resto del cuerpo, resultando en beneficios potenciales para la salud vascular, el metabolismo y la función inmunológica.

El óxido nítrico juega un papel esencial en la regulación de la función endotelial, la eficiencia mitocondrial, la reducción del consumo de oxígeno durante el ejercicio y el aumento del flujo sanguíneo hacia los tejidos activos. Estos efectos han sido ampliamente documentados en poblaciones jóvenes y sanas, donde el NO₃⁻ ha mostrado mejorar el rendimiento físico al optimizar la tolerancia al ejercicio. Sin embargo, su impacto en poblaciones clínicas, que suelen experimentar disfunción endotelial y niveles reducidos de NO debido a condiciones cardiopulmonares y metabólicas (CPMD), ha sido menos explorado.

Estas enfermedades, como la insuficiencia cardíaca, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la diabetes tipo 2, están asociadas con una baja tolerancia al ejercicio y un mayor riesgo de pérdida de independencia funcional. Por lo tanto, se ha planteado la hipótesis de que la suplementación con NO₃⁻ podría ser particularmente beneficiosa en estas poblaciones al restaurar la disponibilidad de NO y mejorar la función física.

El objetivo principal de este metaanálisis fue evaluar la literatura disponible para determinar el impacto del NO₃⁻ en la mejora de la función física en personas con CPMD. También se buscó analizar subgrupos específicos, como pacientes con enfermedades cardiovasculares (CVD), para identificar posibles beneficios particulares en estas poblaciones.

Los resultados de este metaanálisis, que incluyó 22 estudios y 35 ensayos clínicos, mostraron que el 46% de los estudios reportaron beneficios significativos de la suplementación con NO₃⁻ en variables relacionadas con la tolerancia al ejercicio y la función física. Sin embargo, cuando los datos fueron analizados en conjunto, los efectos sobre el tiempo hasta la fatiga (TTE), el consumo máximo de oxígeno (VO₂peak) y la distancia recorrida en el test de caminata de 6 minutos (6MW) resultaron triviales o no significativos.

En un subanálisis realizado exclusivamente en pacientes con enfermedades cardiovasculares (CVD), los resultados fueron similares, con efectos no significativos en las mismas variables. Aunque en algunos estudios específicos se observaron mejoras, estas no se replicaron de manera consistente en toda la literatura disponible.

Una de las principales limitaciones de este análisis es el reducido tamaño muestral de los estudios incluidos, con una mediana de solo 15 participantes por ensayo (rango: 8 a 70). Además, menos del 10% de los ensayos incluyeron más de 20 participantes, lo que sugiere que muchos estudios carecían de la potencia estadística necesaria para detectar efectos significativos del NO₃⁻.

La heterogeneidad entre los estudios también complicó la interpretación de los resultados. Las dosis de NO₃⁻ variaron ampliamente, desde dosis únicas de 6.1 mmol hasta tratamientos prolongados de 14 días con 12.9 mmol diarios. Asimismo, la mayoría de los estudios utilizaron jugo de remolacha como fuente de nitrato, pero las diferencias en la duración del tratamiento y la forma de administración dificultan las comparaciones directas entre los estudios.

Otro factor que podría influir en los resultados es la microbiota oral, que desempeña un papel crucial en la conversión del NO₃⁻ a NO. En poblaciones clínicas, es posible que esta microbiota esté alterada debido a la enfermedad o al uso de medicamentos, lo que podría reducir la eficacia de la suplementación con nitrato. Este fenómeno no ha sido estudiado en profundidad, pero podría explicar las diferencias observadas entre sujetos sanos y clínicos.

Comparación con estudios en poblaciones sanas

En poblaciones jóvenes y sanas, el NO₃⁻ ha demostrado consistentemente beneficios ergogénicos, como la reducción del costo de oxígeno durante el ejercicio submáximo y el aumento del tiempo hasta la fatiga. Un metaanálisis previo encontró que, aunque solo el 32% de los estudios individuales reportaron mejoras significativas, el análisis global mostró un efecto positivo del NO₃⁻ en el rendimiento físico. Esto contrasta con los hallazgos en poblaciones clínicas, donde la diversidad de condiciones médicas y las limitaciones metodológicas han llevado a resultados más heterogéneos y menos concluyentes.

Hallazgos específicos por condición médica

En pacientes con enfermedad arterial periférica (PAD), cuatro de cinco ensayos reportaron beneficios significativos en la capacidad de caminar sin dolor. Sin embargo, en pacientes con EPOC, solo tres de diez ensayos encontraron mejoras significativas. Estas discrepancias destacan la necesidad de estudios específicos para cada condición médica, en lugar de análisis generalizados que incluyan múltiples enfermedades.

Implicaciones y futuras investigaciones

A pesar de los resultados inconsistentes, el NO₃⁻ representa una intervención accesible, económica y potencialmente efectiva para mejorar la función física en poblaciones clínicas. Sin embargo, es necesario realizar estudios más amplios y homogéneos para determinar con mayor precisión su eficacia y explorar los mecanismos subyacentes. Estos estudios deberían considerar factores como el estado de la microbiota oral, las características específicas de cada enfermedad y la optimización de las dosis y la duración del tratamiento.

Además, sería valioso investigar cómo las diferencias en la fisiopatología de cada enfermedad afectan la respuesta al NO₃⁻. Por ejemplo, en pacientes con insuficiencia cardíaca, las alteraciones en las vías de reducción de nitrato a nitrito podrían limitar su efectividad, mientras que en otros grupos podría ser más beneficioso.

Conclusión
El metaanálisis revela que, aunque la suplementación con NO₃⁻ tiene el potencial de mejorar la función física en poblaciones clínicas, los resultados actuales son inconclusos debido a limitaciones metodológicas y la falta de estudios amplios y específicos. Este campo de investigación aún está en desarrollo, y futuras investigaciones podrían establecer con mayor claridad el papel del NO₃⁻ como suplemento ergogénico en contextos clínicos.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/12/Ergogenic-Effect-of-Nitrate-Supplementation.pdf

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Referencia completa:

Derella CC, Anderson KC, Woessner MN, Paterson C, Allen JD. Ergogenic Effect of Nitrate Supplementation in Clinical Populations: A Systematic Review and Meta-Analysis. Nutrients. 2024 Nov 8;16(22):3832. doi: 10.3390/nu16223832.

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