Respuesta de la irisina al entrenamiento interválico de alta intensidad en pacientes diabéticos tipo 2

La irisina es una mioquina implicada en la transformación del adipocito que contribuye a transformar en tejido adiposo blanco en tejido adiposo pardo con mayor poder termogénico, lo que va a beneficiar en un aumento del gasto energético. La producción de irisina aumenta con el ejercicio. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Dünnwald y col, 2019; Int J Sports Med 31-ene; doi: 10.1055/a-0828-8047) cuyo objetivo fue investigar los cambios en los niveles plasmáticos de irisina en pacientes diabéticos tipo 2 que realizaron dos modalidades de ejercicio diferente. Catorce pacientes realizaron durante 4 semanas un entrenamiento supervisado de entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) o entrenamiento continuo de moderada intensidad (CMT), con un trabajo equivalente. Se obtuvieron muestras de sangre al inicio del programa y un día después de finalizar el mismo. Los resultados mostraron un aumento de los niveles plasmáticos de irisina después del HIIT, con elevada correlación con los niveles basales de glucemia. CMT no se asoció con cambios en los niveles de irisina. Los autores confirmaron en este estudio que la concentración de irisina plasmática aumenta con ejercicios de alta intensidad.

Nuevamente se pone en evidencia el papel fundamental de la intensidad sobre las respuestas fisiológicas al ejercicio. En general, la evidencia ha ido mostrando en los últimos años que muchas adaptaciones bioquímicas y fisiológicas vinculadas a la salud, son más sensibles a la intensidad que a la duración del ejercicio. Hoy, podemos afirmar que genéricamente la intensidad es el factor clave en la realización de ejercicio con el objetivo de prevenir las patologías crónicas más prevalente en nuestra sociedad.

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