Cada deporte requiere unas capacidades físicas determinadas para asegurar el máximo rendimiento y minimizar riesgo de lesiones. No desarrollar adecuadamente esas cualidades físicas se asocia a bajo rendimiento y/o aumento de lesiones.
Recientemente se ha publicado un editorial (Gabbett y col, 2021; Br J Sports Med 9-abr; doi: 10.1136/bjsports-2020-103769) en el que se revisa cómo supervisar y progresar de forma óptima la administración de cargas de entrenamiento para mejorar las capacidades locales de tejidos y las específicas del deporte.
INTERCONEXIÓN ENTRE CAPACIDAD DEPORTE ESPECÍFICA Y TISULAR LOCAL
La capacidad específica del deporte se define como la aptitud del atleta de ejecutar y soportar las demandas del entrenamiento y la competición, mientras que la capacidad tisular local se define como competencia específica de la estructura para soportar la carga generada. En deportistas sanos, la cuantificación de la carga de entrenamiento se centra en la capacidad específica del deporte, y no en la capacidad tisular local. La aplicación de cargas progresivas de entrenamiento mejora las capacidades físicas del atleta (fuerza, potencia, resistencia) y el rendimiento. Por el contrario, el riesgo de lesiones aumenta si la carga de entrenamiento excede en gran medida la capacidad tisular local actual del atleta. Por lo tanto, aumentar la capacidad tisular local como un componente de la planificación del entrenamiento puede disminuir el riesgo de lesiones.
CARGA ÓPTIMA PARA LA CAPACIDAD TISULAR LOCAL Y DEPORTE ESPECÍFICO PARA ATLETAS SANOS Y LESIONADOS
La carga de entrenamiento para deportistas sanos está diseñada para mejorar la capacidad y el rendimiento del deporte específico pudiendo al mismo tiempo reducir el riesgo de lesiones. Aunque el entrenamiento de un deporte específico puede mejorar la capacidad tisular local (p. ej., entrenamiento de velocidad para isquiotibiales), se necesita focalizar la carga muscular específica para mantener la capacidad del tejido (p. ej., entrenamiento de fuerza de los isquiotibiales).
Para el atleta lesionado, la capacidad tisular disminuye inmediatamente después de la lesión aguda, probablemente impulsada por daño tisular y dolor. En las primeras etapas de la lesión, el manejo puede involucrar una reducción temporal de las cargas tisulares locales para promover curación y reducir la irritabilidad, seguido por una restauración de la capacidad del tejido local mediante el fortalecimiento progresivo y mejoras en el control neuromuscular. La pérdida concomitante de la capacidad tisular puede ocurrir también en sitios distintos al de la lesión original, como se ve con la fuerza ósea en la extremidad contralateral 24 semanas después de una lesión tibial. Tanto en casos agudos como en lesión persistente, puede acontecer déficits neuromusculares, una disminución de la fuerza del tejido y pérdida posterior de la capacidad de deporte específico.
CARGA PROGRESIVA EN EL TRATAMIENTO DE LESIONES MUSCULOESQUELÉTICAS
Actualmente, el tratamiento para lesiones musculoesqueléticas implica cargas locales progresivas basadas en la respuesta de dolor del paciente, vulnerabilidad del tejido, patrón de movimiento, riesgo de re-lesión, resiliencia psicosocial, etapa temporal de la cicatrización del tejido y respuesta inflamatoria a la rehabilitación. Excluyendo lesiones por estrés óseo, utilizar únicamente dolor como una guía de progresión proporciona una mala retroalimentación sobre la tolerancia del tejido local del atleta a las cargas prescritas, ya que a menudo existe un desajuste entre el dolor, la función y la estructura. Por lo tanto, las cargas que entran dentro de la tolerancia al dolor pueden no ser suficientes para provocar mejoras en capacidad de carga en tejidos locales específicos y mejora de la función. Restaurar la capacidad del tejido local en atletas lesionados no es suficiente para volver a competir de manera segura. La carga específica del deporte (p. ej., sprint) da como resultado una mayor activación muscular y cambios estructurales que las cargas locales tejido específicas (p. ej., entrenamiento de fuerza excéntrico de isquiotibiales). Claramente, la restauración de la capacidad deporte-específico es necesaria para cerrar la brecha entre la rehabilitación y el rendimiento deportivo.
¿CÓMO PUEDE CUANTIFICARSE LA CARGA TISULAR LOCAL?
Para evitar una carga insuficiente en el periodo de reacondicionamiento y vuelta al deporte, se requiere un medio para cuantificar y hacer progresar la carga tisular local en atletas lesionados. La utilización de esfuerzo percibido (RPE) es el enfoque más utilizado para cuantificar el estrés o carga interna en atletas. No obstante, la dificultad de cuantificar la carga tisular local es una limitación importante.
TRES PUNTOS CLAVE PARA HACER PROGRESAR LA CARGA
- La administración de la carga progresiva utilizando información informada por el paciente como retroalimentación es la mejor práctica.
Cuantificar con precisión la carga sobre el tejido local en el atleta lesionado es difícil. Es necesario generar informes de resultados de RPE o escala analógica de dolor, en combinación con aplicación de cargas externas para tratar de controlar las cargas y el progreso de adaptación de los tejidos locales de forma segura y eficiente.
- Los programas eficaces emplean cargas titulares locales para mantener la capacidad
tisular local.
Se debe prescribir una carga tisular local teniendo en cuenta lesiones previas del atleta, ya que una lesión previa es el predictor más fuerte de posterior re-lesión.
La programación de acondicionamiento local de tejidos en el seno de la programación global del entrenamiento maximiza la probabilidad de que los atletas sanos permanezcan libres de lesiones.
- Las cargas tisulares locales y las asociadas al deporte específico son necesarias para
que un atleta lesionado regrese a la competición de manera segura.
Es necesario restaurar la capacidad tisular local de la estructura lesionada, sin embargo, sin cargas vinculadas a la exigencia del deporte específico, el atleta corre el riesgo de estar mal preparados para las exigencias de la competición en el retorno a la misma. La exposición a cargas deporte específicas permite una cierta seguridad de reintegración al entrenamiento y la competición, minimizando el riesgo de una nueva lesión.
