La respuesta hipertensiva al ejercicio predice el desarrollo futuro de hipertensión arterial

Los atletas muestran mayores valores de presión arterial sistólica en el ejercicio máximo debido entre otros factores a que habitualmente tienen un mayor gasto cardiaco. Así, los valores normales de respuesta al ejercicio máximo de la presión arterial sistólica (BPS) y diastólica (BPD) son diferentes en atetas que en controles sedentarios. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Caselli y col, 2018; Eur Heart J 22-dic; doi: 10.1093/eurheartj/ehy810) cuyo objetivo fue valorar el significado pronóstico de una elevada respuesta de la presión arterial al ejercicio (HBPR), respecto al desarrollo de hipertensión arterial futura. Participaron 141 atletas normotensos con respuesta hipertensiva al ejercicio (HBPR), agrupados por edad, género, tamaño corporal y tipo de deporte. Los atletas fueron seguidos con controles médicos durante 6,5±2,8 años. En el periodo de seguimiento, no hubo eventos cardiacos, pero 24 atletas fueron diagnosticados de hipertensión arterial (8,5%). El análisis estadístico confirmó que el desarrollo de hipertensión arterial fue más elevado en el grupo de respuesta hipertensiva al ejercicio. Los autores concluyen que una respuesta hipertensiva al ejercicio aumenta el riesgo a medio plazo de padecer hipertensión arterial en atletas normotensos.

Las pruebas de esfuerzo en atletas se recomiendan en su vertiente de salud esencialmente para detectar posibles anomalías de ritmo cardiaco (arritmias), problemas de isquemia cardiaca o respuesta hipertensiva al ejercicio. Este último punto no es fácil de determinar, ya que los atletas muestran elevados gastos cardiacos que pueden justificar valores de presión arterial sistólica que en sujetos no entrenados serían interpretados como respuesta hipertensiva al ejercicio. Si el aumento se refiere a la presión arterial diastólica, entonces todo es más claro, ya que estaríamos frente a una respuesta hipertensiva. Lo importante es que hay deportistas con presión arterial normal en reposo, que muestran respuesta hipertensiva al ejercicio. En este caso, además de ser un marcador de posible desarrollo de hipertensión arterial en el medio o largo plazo, muestra que en muchos periodos de entrenamiento o competición el atleta realizará ese ejercicio con valores elevados de presión arterial conformando con ello un riesgo para su salud. La verdad es que es ilógico que los deportistas no realicen periódicamente exámenes de salud preventivos que incluyan prueba de esfuerzo y ecocardiograma, pero parece que para algunos es más importante comprarse unas zapatillas deportivas preferiblemente muy caras.

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