La efectividad de los parches transdérmicos de hierro en atletas

En atletas es bastante frecuente encontrar niveles subóptimos de hierro que requieren tratamiento. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (McCormick y col, 2020; Int J Sport Nutr Exerc metab 27:1-6; doi: 10.1123/ijsnem.2019-0309) cuyo objetivo fue comparar la efectividad de 2 modos de suplementar con hierro diario en atletas con niveles de hierro subóptimos: cápsulas con hierro (PILL) frente a parche transdérmico de hierro (PATCH). Participaron corredores de resistencia aeróbica (9 hombres y 20 mujeres) con niveles de ferritina <50 µg/L. La suplementación se llevó a cabo durante 8 semanas. Los niveles de ferritina se valoraron al inicio y cada 15 días. La masa de hemoglobina y el VO2max fueron medidos antes y después de la intervención. Los resultados mostraron una mejora de la ferritina en la semana 6 en PILL comparado con PATCH (15.27 μg/L mayor en PILL; p = .019). No hubo diferencias en la masa de hemoglobina o VO2max con la intervención en PATCH. Hubo 6 atletas que manifestaron severos efectos secundarios gastrointestinales con PILL, y ninguno con PATCH. Los autores concluyeron que el aporte de hierro por vía oral aumenta los niveles de ferritina en atletas con niveles subóptimos de las reservas de hierro, mientras que los parches transdérmicos de hierro no mostraron efectos beneficiosos.

Los deportistas tienen con frecuencia niveles subóptimos en las reservas de hierro (ferritina) que deben ser corregidos para un óptimo rendimiento físico. El aporte oral de hierro es la forma de administración más habitual, aunque es cierto que no está exento de efectos secundarios, muy relevantes para algunos deportistas. La administración intravenosa es otra opción, no exenta de riesgos, que en ocasiones se utiliza.

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