Influencia de las fases del ciclo menstrual sobre la respuesta cardiorrespiratoria al ejercicio en mujeres entrenadas

Las hormonas sexuales femeninas varían en ciclos de 23 a 38 días, constituyendo las diferentes fases del ciclo menstrual. La primera es la fase folicular temprana (EFP), caracterizada por bajas concentraciones de hormonas sexuales, y que comienza con la aparición de menstruación. Posteriormente los estrógenos comienzan a subir a lo largo de la fase folicular media, alcanzando su pico en la fase folicular tardía (LFP), seguido por el pico en LH y FSH, justo antes a la ovulación. Estas hormonas disminuyen drásticamente después de la ovulación mientras que la progesterona comienza a aumentar, alcanzando su pico en la fase lútea media (MLP), coincidiendo con altos niveles de estrógenos. Finalmente, durante la fase lútea tardía, todas las hormonas sexuales disminuyen, comenzando el ciclo de nuevo.

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Rael y col, 2021; Int J Environ Res Public Health 20-ene; doi: 10.3390/ijerph18030860) cuyo objetivo fue analizar el impacto de las fluctuaciones de las hormonas sexuales a lo largo del ciclo menstrual sobre las respuestas cardiopulmonares al ejercicio interválico de alta intensidad (HIIT) en atletas.

Participaron 21 mujeres eumenorreicas entrenadas en resistencia aeróbica que realizaron un protocolo de entrenamiento interválico de carrera en tres fases del ciclo menstrual: fase folicular temprana (EFP), fase folicular tardía (LFP) y fase lútea media (MLP). El protocolo consistió en 8 intervalos de 3 min al 85% VAM, con 90 s de recuperación entre intervalos al 30% VAM.

Los resultados mostraron un impacto de la fase del ciclo menstrual sobre la respuesta de la ventilación (EFP: 78.61 ± 11.09; LFP: 76.45 ± 11.37; MLP: 78.59 ± 13.43) y frecuencia cardiaca (EFP: 167.29 ± 11.44; LFP: 169.89 ± 10.62; MLP: 169.89 ± 11.35). El resto de los valores analizados (intercambio gaseoso, percepción de esfuerzo) no variaron entre fases.

La mayoría de las variables cardiorrespiratorias medidas parecen no ser diferentes en las distintas fases del ciclo menstrual como respuesta a un ejercicio interválico de alta intensidad en atletas entrenadas en resistencia aeróbica. Parece que las fluctuaciones de las hormonas sexuales a lo largo del ciclo menstrual no son lo suficientemente altas como para afectar las respuestas fisiológicas más relevantes. Sin embargo, los programas de entrenamiento basados en la frecuencia cardiaca como indicador de intensidad si debieran considerar la fase del ciclo menstrual.

La influencia de las fases del ciclo menstrual en el rendimiento deportivo, composición corporal e incidencia de lesiones está de plena actualidad. Un metaanálisis reciente (Romero-Parra y col, 2020; J Strength Cond Res 16-nov; doi: 10.1519/JSC.0000000000003878) sugería que las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual afectan al daño muscular inducido por el ejercicio en relación con el DOMS y a la pérdida de fuerza. Otros estudios, consideran que no hay grandes variaciones en las respuestas fisiológicas. En mi opinión, no hay aún una evidencia científica suficiente para poder generalizar que fase del ciclo se asocia a un mejor rendimiento, más bien parece que existe un factor individual que marca en muchas ocasiones las diferencias de rendimiento.

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