Los supervivientes de neumonía causada por COVI-19 pueden presentar afectación de distintos sistemas (pulmones, vasos pulmonares, corazón, músculos, hematíes) durante un tiempo, que puede afectar a la capacidad de ejercicio.
Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Baratto y col, 2021; J Appl Physiol (1085) 25-mar; doi: 10.1152/japplphysiol.00710.2020) cuyo objetivo fue determinar la extensión y los determinantes de los limitantes del ejercicio en pacientes post-Covid-19 al abandonar el hospital.
Dieciocho pacientes con COVID-19 y controles 1:1 emparejados por edad, sexo e índice de masa corporal fueron sometidos a: espirometría, ecocardiografía, prueba de esfuerzo cardiopulmonar y ecocardiografía de esfuerzo para el estudio de la circulación pulmonar. Se tomaron muestras de sangre arterial en reposo y durante el ejercicio en pacientes con COVID-19.
Los resultados mostraron que los pacientes con COVID-19 se encuentran aproximadamente en los mismos rangos de consumo de oxígeno que los controles tanto en reposo como durante el ejercicio submáximo, gracias al gasto cardíaco elevado (p <0,05). El consumo de oxígeno en el ejercicio máximo se redujo en un 30% en COVID-19 (p <0,001), debido a un límite de extracción periférica. Además, en los pacientes con COVID-19, el contenido de hemoglobina se asoció con el consumo máximo de oxígeno (R2 = 0,46, p = 0,002) La reserva respiratoria no se agotó a pesar de la reducción moderada de la capacidad vital forzada (79 ± 40%) El aumento de la presión de la arteria pulmonar durante el ejercicio no fue diferente entre pacientes y controles. Los equivalentes ventilatorios de dióxido de carbono fueron más altos en los pacientes con COVID-19 que en los controles (39,5 [8,5] frente a 29,5 [8,8], p <0,001), y tal aumento se explicó principalmente por una mayor quimiosensibilidad.
Los autores concluyeron que al recuperarse del COVID-19, los pacientes presentan una capacidad de ejercicio reducida y una hiperventilación aumentada. Los factores periféricos, incluida la anemia y la reducción de la extracción de oxígeno por los músculos periféricos, fueron los principales determinantes de la fisiología del ejercicio alterada. La función vascular pulmonar no pareció afectada, a pesar de los cambios pulmonares restrictivos.
No conocemos bien los efectos que el virus SARS-COV2 causa en el organismo. Estamos aprendiendo día a día según se van sucediendo los estudios en pacientes que han sobrevivido a la infección. En muchos deportistas que pasan la infección casi de manera asintomática, el virus deja secuelas, al parecer temporales, en la capacidad de ejercicio, que en muchas ocasiones no es detectable con las pruebas clínicas y de la valoración funcional convencionales. No sabemos bien el alcance del disturbio fisiológico ocasionado por la infección, pero parece que es temporal y que el deportista se recupera completamente al cabo de semanas.
