Fatiga neuromuscular y metabolismo durante ejercicio intermitente de alta intensidad

(post destacado 2019) Los ejercicios de alta intensidad llevan a la fatiga en un corto espacio de tiempo. Depende de su estructura los ejercicios interválicos de alta intensidad se vinculan a un metabolismo preferente y con ello se manifiesta una característica de fatiga neuromuscular. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Fiorenza y col, 2019; Med Sci Sports Exerc 26-feb: doi: 10.1249/MSS.0000000000001959) cuyo objetivo fue examinar el grado de fatiga neuromuscular desarrollada junto con los cambios en el metabolismo muscular durante dos protocolos de ejercicio intermitente de alta intensidad en sujetos entrenados. Once deportistas de resistencia aeróbica entrenados realizaron 2 protocolos de ejercicio intermitente de alta intensidad igualados por el trabajo total realizado. Un protocolo incluyó esprints cortos (18×5 s; SS) y el otro esprints más largos (6×20 s; LS). La fatiga neuromuscular se determinó antes y después del ejercicio midiendo cambios en la máxima fuerza de contracción voluntaria (MVC), nivel de activación voluntaria y propiedades contráctiles del cuádriceps. Se realizaron biopsias del músculo vasto lateral para medir pH y metabolitos, antes y después del primer y último esprint. Los resultados mostraron que la potencia pico, MVC y fuerza, disminuyeron en menor cuantía en SS en comparación con LS, mientras que el nivel de activación voluntaria disminuyo de manera similar en SS y LS. El nivel de fosfocreatina antes del último esprint fue 1,5 veces menor en SS que en LS. La acumulación intramuscular de lactato y H+ postejercicio fue dos y tres veces más baja, respectivamente, en SS que en LS, mientras que el descenso de glucógeno fue similar. La tasa de glucólisis muscular fue similar en SS y LS durante el primer esprint, pero dos veces superior en SS que en LS durante el último esprint. Los resultados sugieren que en sujetos entrenados en resistencia aeróbica, esprint repetidos de larga duración (20 s) inducen un mayor deterioro del rendimiento con mayor fatiga periférica en comparación con esprint de menor duración (5 s). Esas diferencias son probablemente atribuidas a una mayor activación de la glucolisis en los esprint de menor duración con la consiguiente mayor acumulación intramuscular de lactato y H+.

El entrenamiento interválico de alta intensidad es en el momento actual la modalidad de ejercicio más demandada a nivel global. El diseño de esta modalidad de entrenamiento condiciona las respuestas asociadas y con ello las adaptaciones obtenidas a medio y largo plazo. Como norma general, conforme más prolongada es la duración del intervalo más oxidativo o aeróbico será el entrenamiento, mientras que según se acorte la duración del intervalo y aumente la intensidad se tornará un entrenamiento más glucolítico. El diseño del protocolo en función de los objetivos a alcanzar es clave para lograr las adaptaciones deseadas.

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