Los atletas de elite de todas las disciplinas entrenan con frecuencia 2 sesiones diarias, teniendo que “ordenar” los perfiles y objetivos de los entrenamientos para conseguir sumar adaptaciones generando las menores interferencias negativas posibles. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Johnston y col, 2016; J Strength Cond Res 30:3098-3106) cuyo objetivo fue comparar las respuestas neuromusculares, endocrinas y bioquímicas de un entrenamiento diario que consistió en una sesión de velocidad aislada ó realizando también un entrenamiento de fuerza añadido. Los voluntarios, jugadores de rugby, completaron 2 protocolos en orden aleatorio. El protocolo de solo velocidad consistió en 6 repeticiones de máxima intensidad de 50 m corriendo con 5 min de recuperación entre cada esprint, mientras que el grupo de esprint+fuerza realizó el mismo entrenamiento, pero fue seguido 2 h después de una sesión de fuerza (4series de 5 repeticiones de backsquat y peso muerto) al 85% 1RM. Los resultados mostraron que después de 24 h el dolor muscular fue mayor en el grupo esprint+fuerza. No hubo diferencias entre grupos en los test de salto efectuados inmediatamente después, a las 2 h y 24 h post-ejercicio. Igualmente, los niveles de creatin-kinasa, testosterona y cortisol no se afectaron por añadir fuerza al entrenamiento diario de esprint. Los datos sugieren que el entrenamiento de fuerza realizado 2 h después del entrenamiento de esprint, aumentó la sensación de fatiga al día siguiente de su realización, pero no se asoció a diferencias en las respuestas neuromusculares, bioquímicas o endocrinas.
Combinar entrenamientos de perfiles fisiológicos diferentes en el mismo día es en muchas ocasiones una necesidad para los atletas de elite. En este caso los entrenadores saben bien cómo combinar los entrenamientos para obtener el máximo de beneficio en las adaptaciones. Para los deportistas aficionados esa necesidad es mucho más débil, de tal forma que la mayoría de ellos rendirían más sin aplicar dobles entrenamientos diarios. Por último, para las personas que buscan salud en el ejercicio, y para la mayoría de los pacientes, el entrenamiento concurrente se convierte en rutinario, ya que las ventajas de agrupar en una sesión diferentes modalidades de entrenamiento es siempre positivo como estrategia general al no tener como objetivos la mejora del rendimiento físico.