La etapa posmenopáusica de la vida se asocia con un aumento de la inflamación sistémica que puede mitigarse mediante el entrenamiento físico. Sin embargo, los efectos del entrenamiento físico sobre los marcadores inflamatorios en mujeres posmenopáusicas requieren más investigación.
Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Khalafi y col, 2021; Exp Gerontol 7-may; doi: 10.1016/j.exger.2021.111398) cuyo objetivo fue analizar los efectos del entrenamiento físico sobre los marcadores inflamatorios en mujeres posmenopáusicas.
Selección de estudios. Se realizaron búsquedas electrónicas para identificar estudios que compararan el entrenamiento físico con una condición control, sobre marcadores inflamatorios que incluyesen PCR, IL-6, TNF-α y adiponectina en mujeres posmenopáusicas. La duración de la intervención de entrenamiento debía ser de ≥4 semanas. 32 estudios con 1510 mujeres fueron incluidos en el análisis.
Los resultados mostraron que el entrenamiento físico redujo significativamente la IL-6 [-0,75 (IC del 95%: -1,07 a -0,42), p <0,001; 20 intervenciones], TNF-α [-0,64 (IC del 95%: -0,91 a -0,37), p <0,001; 24 intervenciones] y PCR [-0,64 (IC del 95%: -0,91 a -0,38), p <0,001; 21 intervenciones], aumentando la adiponectina [0,98 (IC del 95%: 0,10 a 1,86), p = 0,02; 6 intervenciones], en comparación con el grupo control. Además, los análisis de subgrupos sugirieron que el entrenamiento aeróbico, de fuerza y combinado redujeron significativamente la IL-6, el TNF-α y la PCR (p <0,05). El entrenamiento mejoró la IL-6, el TNF-α y la PCR tanto en los participantes más jóvenes (edad <64 años) como en los mayores (edad ≥ 64 años) (p <0,05).
Los autores concluyeron que el entrenamiento físico es una intervención eficaz para reducir los marcadores proinflamatorios y aumentar la adiponectina en mujeres posmenopáusicas.
A estas alturas no hay ninguna duda de los efectos beneficioso del ejercicio, en cualquiera de sus modalidades, sobre la salud de las personas. Ya sea como prevención de desarrollo de patologías o como parte del tratamiento de distintas patologías. Parece bien demostrado que lo importante realmente es producir una contracción muscular lo más extensiva posible, con una cierta intensidad y duración. En el fondo, no hay tantas diferencias entre modalidades de ejercicio más allá de las que podamos evidenciar en el ámbito investigador. Desde un punto de vista clínico, lo importante es la realización de ejercicio con una cierta intensidad y duración, aunque es cierto que la aplicación de distintas modalidades de entrenamiento han mostrado efectos diferenciales cualitativos en las adaptaciones asociadas
