Alcohol y recuperación después de entrenamiento de fuerza

Estudios previos (McLeay y col, 2016; Int J Sport Nutr Exerc Metab 21:1-20) sugieren que el consumo de alcohol (0,88 g etanol/kg) después de una sesión de entrenamiento excéntrico que indujo daño muscular, no afectó al proceso de recuperación en los días siguientes a la realización del protocolo excéntrico. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Levitt y col, 2017; Eur J Appl Physiol 6-abr) cuyo objetivo fue investigar los efectos del consumo de alcohol sobre la recuperación del rendimiento muscular valorado por el momento máximo de fuerza, y sobre la capacidad inflamatoria, valorada por producción de citoquinas, después de ejercicios de fuerza asociados a daño muscular en mujeres. Participaron mujeres entrenadas en fuerza que realizaron 2 sesiones de ejercicio idénticas (300 extensiones de rodilla excéntricas) seguido del consumo de alcohol (1,09 g etanol/kg masa libre de grasas) o placebo. Se obtuvo una muestra de sangre antes (PRE) y 5 h (5-POST), 24 h (24-POST) y 48 h (48-POST) después del ejercicio para analizar la producción de citoquinas. También se valoró en los mismos tiempos el momento máximo de fuerza. Los resultados mostraron que el ejercicio aumentó la producción de TNF-α, y disminuyeron los niveles de IL-8 e IL-10. El consumo de alcohol no modificó la respuesta. Independientemente de haber consumido o no alcohol, la fuerza concéntrica, isométrica y excéntrica fue menor a las 24-POST, comparada con PRE. El momento de fuerza excéntrica se recuperó parcialmente, y la fuerza isométrica se recuperó totalmente a las 48-POST. Los autores sugieren que el consumo de alcohol no afectó a la capacidad inflamatoria o recuperación de la fuerza muscular en mujeres entrenadas en fuerza. Teniendo en cuenta los resultados previos obtenidos en hombres, los resultados sugieren una diferencia ligada al género en relación a los efectos del alcohol sobre la recuperación post-ejercicio.

Conocer datos de los efectos del alcohol sobre el rendimiento o recuperación post-ejercicio es interesante, pero desde un punto de vista práctico no tiene mucha relevancia, ya que los deportistas saben bien que el alcohol no debe formar parte de sus hábitos. No existe ningún escenario que justifique a un deportista, que busca rendimiento como primer objetivo, el consumo de alcohol. Según nos alejemos del objetivo rendimiento el alcohol se irá situando en el lugar que le corresponda según los hábitos de cada uno.

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