Preferible el protocolo en rampa en las pruebas de esfuerzo realizadas en ciclistas

El test de esfuerzo de intensidad incremental es el método más habitual para evaluar la capacidad aeróbica en laboratorio. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Michalik K, Zatori M, 2019; J Sports Med Phys Fitness 12-feb; doi: 10.23736/S0022-4707.19.09126-6) cuyo objetivo fue mostrar posibles diferencias en variables submáximas y máximas, tanto fisiológicas como bioquímicas, obtenidas durante test de esfuerzo en cicloergómetro utilizando protocolos en rampa frente a escalonados. Participaron 57 ciclistas de carretera que realizaron 2 visitas al laboratorio. Los ciclistas en orden aleatorio realizaron 2 test de esfuerzo separados por 7 días. En uno se empleó un protocolo en rampa (TEST LIN) y en el otro un protocolo escalonado (TEST STOP). Los resultados mostraron que la máxima potencia obtenida en el test en rampa fue significativamente mayor que en el test escalonado (18,13 W). El VO2max alcanzado fue más alto (1,5 ml/kg/min) en el test en rampa. Los niveles de lactato postejercicio fueron significativamente menores en el test en rampa. Los autores sugieren que en las pruebas de esfuerzo los test en rampa pueden ser preferibles en la evaluación fisiológica del ciclista en condiciones de laboratorio.

Los protocolos en rampa en los test de esfuerzo, es decir ir administrando el aumento de potencia/velocidad cada muy pocos segundos en vez de hacerlo cada 1,2,3 ó 4 minutos, tiene la ventaja de no exponer al deportista a cambios bruscos continuados de intensidad lo que le confiere seguramente un perfil más fisiológico.

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