¿Necesitan los atletas suplementos de aceite de pescado?

La suplementación con ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (omega-3) es muy habitual en el ámbito del deporte, con variados efectos potenciales que pueden ayudar a mejorar el rendimiento del atleta. Además de su efecto antiinflamatorio, los omega-3 se les ha relacionado con la mejora del crecimiento muscular en atletas de fuerza y potencia muscular. Recientemente se ha publicado un artículo (Jeukendrup Asker, 2022;https://www.mysportscience.com/post/do-athletes-need-fish-oil-supplements), en el que analiza este potencial efecto. Resumimos a continuación lo más relevantes de ese articulo.

A pesar de más de 100 publicaciones que investigan los suplementos de aceite de pescado en atletas durante los últimos 25 años, no hubo revisiones sistemáticas que recopilen la evidencia y proporcionen un consenso de opinión, específicamente para la evidencia en atletas de élite.

Se sabe que el entrenamiento conduce a mejoras en el nivel de omega-3, es decir, aumentos en el contenido de ácido docosahexaenoico (DHA) de las membranas celulares, lo que puede dar como resultado que los atletas, en virtud de años de entrenamiento, tengan menos o ninguna necesidad de suplementación con suplementos de aceite de pescado. Sin embargo, grupos de expertos, como el Comité Olímpico Internacional y el Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva, según se informa, “no están claros si los atletas deben buscar suplementos de aceite de pescado”. Por lo tanto, se realizó un análisis exhaustivo de la literatura existente.

Los suplementos de aceite de pescado ejercen efectos positivos constantes sobre la cognición y el estado de ánimo, la dinámica cardiovascular (en ciclistas) y la recuperación muscular. Además, los suplementos de aceite de pescado atenúan las respuestas celulares proinflamatorias (es decir, TNF-alfa) y aumentan la peroxidación lipídica y el óxido nítrico posterior al ejercicio. No se observaron beneficios de los suplementos de aceite de pescado en el rendimiento del ejercicio de resistencia aeróbica, las adaptaciones al entrenamiento, la fuerza muscular o la función pulmonar (excepto en los casos de broncoconstricción inducida por el ejercicio (EIB)).

En conclusión, los últimos 25 años de investigación han descubierto varias aplicaciones de la suplementación con aceite de pescado en atletas, pero no hay una evidencia clara de los beneficios reales para el atleta. Los posibles efectos para proteger al atleta de los efectos de la conmoción y la lesión cerebrales traumática están aún en fase de estudio.

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