La vacunación reciente del COVID-19 tiene efectos mínimos sobre la respuesta fisiológica al ejercicio

Se recomienda a los atletas que reciban la vacuna COVID-19 para protegerlos de la infección por SARS CoV-2 durante las competiciones importantes. A pesar de esto, muchos atletas se muestran reacios a recibir la vacuna COVID-19 debido a la preocupación de que los síntomas de la vacunación puedan afectar el rendimiento deportivo.

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Batatinha y col, 2021; J Appl Physiol 9-dic; doi: 10.1152/japplphysiol.00629.2021) cuyo objetivo fue determinar los efectos de la vacunación COVID-19 sobre las respuestas fisiológicas al ejercicio gradual.

Métodos: los participantes físicamente activos sanos completaron una serie de 20 minutos de ejercicio de ciclismo graduado a intensidades correspondientes al 50, 60, 70 y 80% del VO2máx predeterminado antes y ~ 21 días después de recibir la vacuna COVID-19 (2 dosis de Pfizer ARNm o 1 dosis de Johnson & Johnson).

Resultados: la vacunación no tuvo ningún efecto sobre un gran número de respuestas fisiológicas al ejercicio medidas en sangre (p. Ej., Lactato, epinefrina, cortisol) y por intercambio de gases respiratorios (p. Ej., VO2, VCO2, ventilación, índice de intercambio respiratorio, VO2máx predicho, umbral ventilatorio) (p> 0,05). Sin embargo, sí encontramos elevaciones significativas en la frecuencia cardíaca (~ 5 lpm) y la norepinefrina (p = 0.006 y 0.04, respectivamente) en respuesta al ejercicio de alta intensidad (por ejemplo, 70-80% VO2max) después de la vacunación, particularmente en aquellos que recibieron la vacuna de ARNm de Pfizer de dos inyecciones. Estos hallazgos se mantuvieron en comparación con los controles emparejados demográficamente que completaron sesiones idénticas de ejercicio con varias semanas de diferencia sin recibir una vacuna.

Conclusión: La vacunación reciente contra COVID-19 tiene efectos mínimos sobre las respuestas fisiológicas al ejercicio gradual en personas sanas físicamente activas. Las pequeñas elevaciones en las respuestas cardiovasculares y neuroendocrinas al ejercicio después del régimen de vacuna de ARNm de Pfizer podrían tener implicaciones para los atletas de élite y necesitan más investigación

Afortunadamente la vacunación COVID-19 está ayudando a controlar la pandemia a nivel mundial. Algunos atletas rechazan la vacunación por el temor a que su rendimiento a medio-largo plazo se pueda ver afectado. Es entendible esa postura. Sin embargo, en el mismo sentido, también otros millones de atletas se preguntan cómo podría afectar su rendimiento a corto-medio-largo plazo la propia infección. La evidencia actual nos muestra que también en este sentido la ventaja de la vacunación es incuestionable

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