Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Mohr y col, 2022; Med Sci Sports Exerc 12-ago; doi: 10.1249/MSS.0000000000003021) cuyo objetivo fue evaluar cómo el tiempo prolongado de partido (90 + 30 min) afectó las respuestas fisiológicas y la fatiga en jugadores de fútbol masculino.
Métodos: Veinte jugadores (edad 21 ± 2 [± SD] años; VO2max 59 ± 4 ml/min/kg) completaron un partido experimental con su patrón de actividad y HR evaluados a lo largo del juego. Se evaluaron el rendimiento de salto con contramovimiento (CMJ) y capacidad de esprint repetidos (RSA) y se tomaron biopsias del músculo cuádriceps y muestras de sangre venosa al inicio y después de 90 y 120 minutos de partido.
Resultados: Se realizó menos carrera de alta intensidad (12%) en tiempo extra en asociación con menos aceleraciones y desaceleraciones intensas por minuto en comparación con el tiempo normal. La velocidad máxima de sprint fue un 11 % más baja en el tiempo extra en comparación con el tiempo normal, y la fatiga también se manifestó en un rendimiento deteriorado de RSA y CMJ posterior al partido (todos p <0.05). El glucógeno muscular disminuyó de 373 ± 59 al inicio del estudio a 266 ± 64 mmol/kg después de 90 min, con un descenso adicional a 186 ± 56 mmol/kg después del tiempo adicional (p < 0,05) y con análisis de fibras individuales que revelaron niveles de glucógeno agotados o muy bajos en ~75 % de las fibras de contracción lenta y rápida. La glucosa en sangre no cambió durante los primeros 90 minutos, pero disminuyó (p < 0,05) a 81 ± 8 mg/dL después del tiempo extra. El glicerol y el amoníaco en plasma alcanzaron un máximo de 236 ± 33 mg/dL y 75 ± 21 μmol/L después del período adicional.
Conclusiones: Estos hallazgos demuestran fatiga exacerbada después de un tiempo extra en comparación con el tiempo normal, lo que parece estar asociado con el agotamiento del glucógeno muscular, reducciones en los niveles de glucosa en sangre e hiperamonemia.
Es un hecho fisiológico que la prórroga en un partido de fútbol incrementa la fatiga como consecuencia (entre otros factores) del agotamiento del glucógeno muscular, la deshidratación, el descenso de la glucemia e la hiperamonemia. Aprovechar de inmediato el descanso habilitado antes de la prorroga para la hidratación y la ingesta de carbohidratos de rápida asimilación, pueden paliar en parte ese deterioro de rendimiento en el tiempo extra de juego.
