La inactividad física se asocia con un mayor riesgo de complicaciones en pacientes con COVID-19

La pandemia de COVID-19 está dejando miles de muertos y un número muy elevado de personas en las que el cuadro se complica dejando secuelas importantes desde un punto de vista funcional y de calidad de vida.

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio con 48440 pacientes (Sallis y col, 2021; Br J Sports Med 13-abr; doi: 10.1136/bjsports-2021-104080) cuyo objetivo fue comparar las tasas de hospitalización, las admisiones a la unidad de cuidados intensivos (UCI) y la mortalidad de los pacientes con COVID-19 que permanecían inactivos de forma constante, realizaban alguna actividad o cumplían constantemente las pautas de actividad física.

Se estudiaron 48.440 pacientes adultos con un diagnóstico de COVID-19 desde el 1 de enero de 2020 hasta el 21 de octubre de 2020, con al menos tres mediciones de realización de ejercicio desde el 19 de marzo de 2018 hasta el 18 de marzo de 2020. Los autores categorizaron la actividad física autoinformada de cada paciente. (constantemente inactivo = 0-10 min / semana, algo de actividad = 11-149 min / semana, cumplimiento constante de las directrices = 150 + min / semana) ante el riesgo de hospitalización, ingreso en la UCI y muerte después del diagnóstico de COVID-19. Se realizó una regresión logística multivariable controlando la demografía y los factores de riesgo conocidos para evaluar si la inactividad estaba asociada con los resultados de COVID-19.

Los resultados mostraron que los pacientes con COVID-19 que permanecían inactivos de forma constante tenían un mayor riesgo de hospitalización (OR 2,26; IC del 95%: 1,81 a 2,83), ingreso en la UCI (OR 1,73; IC del 95%: 1,18 a 2,55) y muerte (OR 2,49; IC del 95%: 1,33 a 4,67) debido al COVID-19 que los pacientes que cumplían sistemáticamente las pautas de actividad física. Los pacientes que estuvieron constantemente inactivos también tuvieron un mayor riesgo de hospitalización (OR 1,20; IC del 95%: 1,10 a 1,32), ingreso en la UCI (OR 1,10; IC del 95%: 0,93 a 1,29) y muerte (OR 1,32; IC del 95%: 1,09 a 1,60) por COVID-19 que los pacientes que realizaban alguna actividad física.

Los autores concluyeron que la realización regular de actividad física se asocia fuertemente con un riesgo reducido de complicaciones graves de COVID-19 entre los adultos infectados.

En los últimos 30 años se han descrito y demostrado múltiples efectos beneficiosos de la realización de actividad física y/o ejercicio sobre la salud. Efectos de prevención de enfermedades prevalentes en nuestra sociedad y efectos terapéuticos en muchas patologías. Lo que subyace detrás de estos efectos beneficiosos es el movimiento, la contracción muscular. Es el tejido muscular activado el que nos proporciona los beneficios del ejercicio sobre el resto de los órganos y sistemas. También la inmunidad se ve reforzada con la realización regular de ejercicio. Que las complicaciones graves por el COVID-19 sean menos frecuentes en personas físicamente activas es una novedad, pero no debería sorprendernos 

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