La estrategia nutricional en triatletas cambia dependiendo del nivel competitivo

Los triatlones Ironman pertenecen a la categoría de eventos de resistencia aeróbica de duración extrema. El nivel de rendimiento de los triatletas que participan en esas competiciones es muy variado, con tiempos de unas 8 h para la elite hasta las 14-15 h para los aficionados finisher. Recientemente se ha publicado un artículo (Maunder y col, 2018; Sports Med 18-may; doi: 10.1007/s40279-018-0938-9) que ofrece interesantes sugerencias prácticas en relación a la estrategia nutricional vinculada al entrenamiento y competición en triatletas Ironman. La tasa de gasto energético de esta prueba se relaciona con el nivel competitivo del atleta, aumentando según incrementa el rendimiento. Dada la capacidad finita de almacenamiento de glucógeno en endógeno, uno de los objetivos prioritarios del entrenamiento debería ser reducir en lo posible la dependencia del glucógeno con fines energéticos en intensidades asociadas a la competición. Existen diferentes propuestas estratégicas para tratar de alcanzar ese objetivo, incluyendo las dietas bajas en carbohidratos, la suplementación con hidratos de carbono exógenos y el entrenamiento periodizado con baja disponibilidad de carbohidratos. Dado que las necesidades metabólicas de los triatetas Ironman varían en función del nivel de rendimiento, se propone que se tenga en cuenta el nivel competitivo para adoptar estrategias metabólico-nutricionales con el fin de minimizar el costo de carbohidratos endógenos en intensidades de competición. Específicamente, el entrenamiento periodizado con baja disponibilidad de carbohidratos combinado con el aporte exógeno de hidratos de carbono durante la competición seguramente sea la mejor estrategia para triatletas de elite y aficionados de muy alto nivel, que deben soportar demandas de energía muy elevadas. Alternativamente, la adopción de dietas bajas en hidratos de carbono o cetogénicas quizás sean más apropiadas para los triatletas aficionados de menos nivel (> 12 h), en los que altas tasas de oxidación de las grasas seguramente sea suficiente para satisfacer la demanda energética en competición.

Con excesiva frecuencia los deportistas aficionados imitan a los deportistas élite de todas las disciplinas, no solo en los planes de entrenamiento, sino incluso en la manera de alimentarse y en las estrategias asociadas a la periodización de la nutrición. La intensidad del ejercicio y la potencia energética asociada a la misma condiciona la utilización de diferentes sustratos energéticos, y esto ha de tenerse en cuenta de manera prioritaria en la preparación del triatleta desde el punto de vista del entrenamiento y la nutrición.

Suscríbete ahora al Club EP&T, y llévate todas las formaciones por sólo 8€/mes, además de poder acceder a artículos especiales del blog