La aplicación de frío después del entrenamiento es controvertida en el momento actual. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Douzi y col, 2019; BMC Res Notes 12(1): 141; doi: 10.1186/s13104-019-4172-9) cuyo objetivo fue determinar si la utilización de crioestimulación corporal parcial pudo impactar en la calidad del sueño de jugadores de futbol profesional. Se aplicaron diferentes tiempos de exposición a -180°C de manera aleatoria después de una sesión de entrenamiento estándar (no crioestimulación, 180 s de exposición, dos exposiciones de 90 s separadas por 5 min de reposo a temperatura ambiente, y 90 s de exposición). La calidad del sueño se evaluó mediante acelerómetros tridimensionales durante el sueño. Los resultados mostraron que el número de movimientos durante la noche después de la exposición al frío fue significativamente reducida solo con los 180 s de exposición, en comparación a las condiciones control. Los resultados sugieren que la exposición a crioestimulación corporal parcial tiene un impacto positivo sobre la calidad del sueño que puede ser dosis-dependiente.
Los efectos reparadores del sueño son fundamentales para los deportistas de elite. Sin embargo, debido a las altas cargas de entrenamiento con alto componente de estimulación simpaticoadrenal y también motivado por la elevada activación relacionada con la competición, muchos deportistas tienen una baja calidad de sueño lo que repercute en su rendimiento y en la incidencia de lesiones. Promover procedimientos para mejorar la calidad del sueño de los deportistas debe ser un objetivo prioritario.