Impacto de la cadencia de pedaleo sobre las respuestas respiratorios y hemodinámicas al ejercicio

Las consecuencias fisiológicas de la cadencia de pedaleo libremente seleccionada (FCC) durante el ciclismo no están bien entendidas. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Mitchell y col, 2019; Med Sci Sports Exerc 23-feb; doi: 10.1249/MSS.0000000000001960) cuyo objetivo fue determinar los efectos de la cadencia de pedaleo sobre las respuestas respiratoria y hemodinámica al ejercicio en bicicleta. Participaron 11 ciclistas (VO2max: 60,8±3,7 ml/kg/min) que completaron 4 sesiones de 6 min de carga constante a una carga un 10% menor del primer umbral (63±5 Wmax), mientras pedaleaban a 60, 90 y 120 rpm, y a cadencia libremente seleccionada (FCC; 94,3±6,9 rpm), en orden aleatorio. Se valoraron las variables ergoespirométricas estándar, así como la actividad electromiográfica del diafragma (EMGdi) mediante el registro obtenido con un electrodo esofágico, así como el trabajo respiratorio (Wb). Se determinó el índice de flujo sanguíneo a los cuatro músculos principales de las piernas (BFI) mediante NIRS. Los resultados mostraron que el VO2 aumentó según lo hizo la cadencia de pedaleo. EMGdi y Wb fueron mayores en 120 rpm respecto a las otras condiciones. El flujo sanguíneo a vasto medial, gastrocnemio y semitendinoso fue mayor a 120 rpm comparado con las otras cadencias. No se observaron diferencias en BFI en el vasto lateral. BFI se correlacionó con el VO2. No hubo efectos de la cadencia de pedaleo en la RPE respiratoria o muscular. Los autores concluyeron que una cadencia de pedaleo alta (120 rpm) en intensidades submáximas es metabólicamente ineficiente incrementando el trabajo respiratorio y el flujo de sangre a los músculos activos en comparación con cadencias más bajas.

En algún momento, como resultados seguramente de conductas de imitación relativas a ciclistas y triatletas de elite, los deportistas aficionados, pero también muchos de la elite, convinieron que lo que mejor les convenía era pedalear con alta cadencia, y ello independientemente de la intensidad de ejercicio desarrollada, ni por supuesto de las características individuales. Así, quien no pedaleaba a 100 rpm podía considerarse fuera del círculo de los ciclistas y triatletas más “pro”. Como todo en fisiología, existe un “depende” que marca la decisión, en este caso relativa a la cadencia, más vinculada al máximo rendimiento. Solo midiendo podremos intentar conocer la cadencia de pedaleo idónea en cada ciclista y triatleta, el resto no dejan de ser meras especulaciones.

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