El entrenamiento interválico aeróbico de alta intensidad (HIIT) ha mostrado una alta eficacia no solo en la mejora de los valores de VO2max, sino también en marcadores de salud cardiocirculatoria y metabólica. Su aplicación en clínica está consolidada y son pocas las patologías en las que esta modalidad de entrenamiento, con sus lógicos matices, no está indicada. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Sawyer y col, 2016; J Appl Physiol 2-jun) en el que los autores hipotetizaron que el HIIT podría ser más efectivo que el entrenamiento continuo de intensidad moderada (MICT) en la mejora de la función endotelial y VO2max en adultos obesos. Los sujetos fueron distribuidos aleatoriamente en 2 grupos que entrenaron durante 8 semanas (3 sesiones/semana). El grupo HIIT realizó 10 x 1 min, 90-95% FCmax, 1 min de recuperación activa, mientras que el grupo MICT realizó 30 min al 70-75% FCmax. Los resultados mostraron que el HIIT mejoró la capacidad de dilatación arterial mediada por flujo, y el MICT el diámetro arterial de reposo. El VO2max mejoró de forma similar con ambos entrenamientos. Los resultados indican que el HIIT y el MICT producen adaptaciones vasculares diferentes en adultos obesos.
HIIT y entrenamiento continuo se asociaron a similares adaptaciones cardiometabólicas y vasculares, pero el HIIT requirió un 27,5% de menor tiempo de entrenamiento, y aproximadamente un 25% de menos gasto energético. El HIIT sigue mostrando sus ventajas y seguridad al aplicarlo en la clínica.