El entrenamiento combinado físico y cognitivo, o entrenamiento de resistencia cerebral (BET), es una metodología innovadora que integra tanto componentes físicos como cognitivos dentro de una misma sesión de entrenamiento. Este enfoque puede refinarse aún más en función del momento en que se realice el entrenamiento cognitivo, categorizado como antes (pre-BET), durante (intercalado-BET) o después (post-BET) del entrenamiento físico. El BET se implementa típicamente en varias sesiones por semana durante un período prolongado (a partir de 4 semanas). La justificación detrás del BET es que aprovecha los efectos combinados del entrenamiento físico y cognitivo sobre la función y estructura del cerebro, lo que potencialmente produce beneficios sinérgicos que mejoran tanto la salud cerebral general como la capacidad de rendimiento general. Por lo tanto, no debería sorprender que estudios hayan aplicado pre-BET, intercalado-BET o post-BET para combatir el deterioro físico y cognitivo en adultos mayores y pacientes.
En un estudio detallado, Bogataj et al. desarrollaron un protocolo en el que pacientes con enfermedad renal crónica realizaron entrenamientos físicos y cognitivos consecutivos durante cada sesión de diálisis (3 veces por semana). Después de 12 semanas, las puntuaciones de los pacientes en pruebas como la velocidad de marcha espontánea, el test de levantarse y caminar (componente físico), la tarea de trazado y la prueba de rendimiento atencional (componente cognitivo), así como su fragilidad y calidad de vida, mejoraron significativamente. Dado el vasto número de investigaciones en poblaciones específicas, es sorprendente cuán poco se ha encontrado sobre BET en una población atlética.
La justificación para aplicar BET en una población atlética deriva del impacto negativo conocido de la fatiga mental sobre el rendimiento físico y las habilidades técnicas. Al aumentar la carga cognitiva del entrenamiento físico, los atletas se vuelven más resistentes a la fatiga mental y potencialmente pueden mejorar su rendimiento de resistencia. Un estudio reciente de Staiano et al., (Staiano W, Díaz-García J, García-Calvo T, Ring C. Brain endurance training improves soccer-specific technical skills and cognitive performance in fatigued professional soccer players. J Sci Med Sport. 2024 Aug 22:S1440-2440(24)00488-2. doi: 10.1016/j.jsams.2024.08.203.) exploraron el impacto del post-BET en jugadores de fútbol profesional. Encontraron que el BET mejoró significativamente el rendimiento cognitivo, físico y multitarea en comparación con el entrenamiento físico solo. Específicamente, el BET mejoró las habilidades técnicas específicas del fútbol, como el pase y el tiro, disminuyó los tiempos de reacción, redujo los errores en tareas de agilidad, aumentó la capacidad para mantener la atención y mantuvo el rendimiento de resistencia. Sin embargo, no se observaron efectos significativos en la concentración de lactato en sangre ni en la frecuencia cardíaca. Otros estudios han demostrado de manera similar que el BET puede mejorar la capacidad de resistencia y la función cognitiva en atletas. El estudio muestra que el BET intercalado (iBET) es un medio eficaz para reducir el impacto negativo de la fatiga mental en el rendimiento, y subraya aún más el papel del cerebro en el rendimiento deportivo. Se requiere más investigación para establecer el impacto y los procesos subyacentes del iBET, considerando la importancia de la ejecución de habilidades técnicas y la resistencia a la fatiga entre los atletas profesionales que participan en deportes de equipo.
Desde una perspectiva mecanicista, se hipotetiza que el BET estimula regiones del cerebro como la corteza cingulada anterior y la corteza prefrontal (CPF), que están fuertemente implicadas en la aparición de la fatiga mental, en el control cognitivo y en el rendimiento de resistencia. Al involucrar continuamente estas regiones cerebrales durante el entrenamiento, el BET podría mejorar su eficiencia y capacidad, lo que llevaría a una mejora en la resistencia mental y física durante la competencia. Este efecto podría visualizarse mediante técnicas avanzadas de neuroimagen, como la espectroscopía funcional de infrarrojo cercano (fNIRS), la resonancia magnética funcional o la electroencefalografía. En relación con el BET, recientemente se ha empleado el fNIRS, que mide los cambios en la oxigenación cerebral y el flujo sanguíneo. Dallaway et al. investigaron los efectos del pre-BET sobre el rendimiento en el ejercicio. Los participantes que realizaron 20 minutos de tareas cognitivas antes del entrenamiento físico mostraron una mejora del 24% en el rendimiento de resistencia en comparación con una mejora del 12% con el entrenamiento físico solo. Esta mejora se asoció con una mayor oxigenación de la CPF durante las tareas de ejercicio (determinada por fNIRS), lo que sugiere que el BET puede mejorar el rendimiento de resistencia al mejorar la función cerebral. Xiang et al. apoyaron este hallazgo al mostrar que el BET aumentó significativamente los niveles de hemoglobina oxigenada en la CPF durante las tareas cognitivas en comparación con el entrenamiento cognitivo solo. Este resultado indica que el BET conduce a una mayor activación neural, particularmente en la CPF, proporcionando así potencialmente una función cerebral más eficiente durante tareas que requieren control ejecutivo.
A pesar de estos hallazgos prometedores, la investigación sobre el BET en poblaciones atléticas aún está en sus primeras etapas. El número de estudios es limitado, y los grupos de sujetos son relativamente pequeños, a menudo compuestos por atletas de deportes y niveles específicos. Además, las metodologías varían ampliamente entre los estudios, particularmente en lo que respecta al momento (antes, durante o después del entrenamiento físico) y la duración (de 20 a 60 minutos) del entrenamiento cognitivo, lo que dificulta sacar conclusiones más generales sobre los protocolos BET más efectivos. Asimismo, hay una notable falta de mediciones neurofisiológicas en estos estudios, las cuales son cruciales para comprender los mecanismos precisos a través de los cuales el BET ejerce sus efectos. Por ejemplo, la resonancia magnética funcional, la electroencefalografía y el fNIRS podrían proporcionar información sobre cómo el BET influye en las regiones y redes cerebrales asociadas con la resistencia cognitiva y física, como la corteza cingulada anterior y la CPF.
Para avanzar en el campo, la investigación futura debería centrarse en varias áreas clave. En primer lugar, se necesita llevar a cabo estudios a mayor escala que incluyan poblaciones atléticas más diversas y apliquen protocolos BET estandarizados. Este enfoque establecería la generalización de los beneficios potenciales del BET en diferentes regímenes de entrenamiento y en deportes distintos. En segundo lugar, la incorporación de mediciones neurofisiológicas avanzadas será esencial para dilucidar los mecanismos cerebrales subyacentes al BET y para optimizar su implementación. Finalmente, es necesario explorar el potencial del BET para ser implementado en programas de rehabilitación o para atletas propensos a lesiones por sobreuso.
En conclusión, el BET representa un enfoque prometedor para mejorar el rendimiento atlético al hacer que los atletas sean más resilientes a la fatiga mental. Aunque los estudios iniciales indican beneficios significativos, particularmente en la mejora de la capacidad de resistencia y la función cognitiva, se necesita más investigación para estandarizar los protocolos, ampliar los grupos de estudio e incorporar conocimientos neurofisiológicos. Al abordar estas brechas, el BET podría convertirse en un componente crítico de los programas de entrenamiento, ayudando a los atletas a alcanzar su máximo rendimiento al mismo tiempo que mitiga los riesgos de fatiga mental y lesiones.
Acceso libre a los artículo original: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/09/Optimizing-Athletic-Performance-Through-Brain-Endurance-Training-1.pdf
Acceso libre al artículo de Staiano y col: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/09/SoccerPreproof-1.pdf
Referencia completa:
Roelands B, Bogataj Š. Optimizing Athletic Performance Through Brain Endurance Training. Int J Sports Physiol Perform. 2024 Aug 28:1-2. doi: 10.1123/ijspp.2024-0278.