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La vitamina D es crucial para diversas funciones corporales, especialmente en la absorción de calcio y la salud ósea. Durante las últimas décadas, ha surgido un creciente interés en su papel en el rendimiento físico, la integridad esquelética y la función muscular, particularmente en el ámbito deportivo. La deficiencia de vitamina D se ha asociado con problemas de salud como la osteoporosis, dolor muscular y debilidad, lo que subraya la importancia de mantener niveles adecuados de esta vitamina en el cuerpo.
La vitamina D puede obtenerse a través de la dieta, la exposición al sol o la suplementación. En el cuerpo, se convierte en 25-hidroxivitamina D [25(OH)D] en el hígado, y luego en la forma activa, calcitriol, en los riñones. La forma activa de la vitamina D juega un papel vital en la absorción de calcio y fosfato en los intestinos y en la formación de tejido óseo nuevo. Además, investigaciones en animales han demostrado que la deficiencia de receptores de vitamina D puede resultar en una salud ósea comprometida y una función muscular reducida.
Los niveles adecuados de 25(OH)D en sangre, definidos generalmente por concentraciones superiores a 30 ng/mL, se consideran beneficiosos para el rendimiento atlético. Sin embargo, concentraciones superiores a 100 ng/mL pueden ser tóxicas. Aunque se ha propuesto que la vitamina D mejora el rendimiento atlético, el mecanismo exacto sigue siendo objeto de estudio. Se sugiere que podría estar relacionado con el aumento de 1,25(OH)2D y la presencia de receptores de vitamina D en las células musculares, lo que podría mejorar la eficiencia de la contracción muscular.
Los atletas, debido a sus altos niveles de actividad física y la exposición limitada al sol (especialmente aquellos que entrenan en interiores), a menudo muestran niveles insuficientes de vitamina D. Esta situación ha generado interés entre entrenadores, atletas y profesionales de la salud en el ámbito deportivo, quienes buscan comprender mejor cómo la vitamina D puede influir en la fuerza, el acondicionamiento y el rendimiento atlético en general.
El análisis actualizado en este metaanálisis sugiere que la suplementación con vitamina D3 es efectiva para aumentar los niveles séricos de 25(OH)D en atletas, especialmente durante el invierno, cuando la exposición al sol es limitada. Sin embargo, el impacto de esta suplementación en la mejora de la fuerza muscular es menos concluyente.
Se encontró un aumento significativo en la concentración de 25(OH)D tras la suplementación, lo que confirma su eficacia para corregir la deficiencia de vitamina D en atletas. No obstante, al analizar los efectos en la fuerza muscular, los resultados fueron mixtos. Aunque hubo mejoras en la fuerza de contracción del cuádriceps, no se observaron mejoras significativas en otros indicadores de fuerza, como el press de banca de una repetición máxima, el salto vertical o la fuerza de agarre. Estos hallazgos sugieren que, si bien la vitamina D3 puede tener un impacto positivo en ciertos aspectos de la fuerza muscular, este efecto no es generalizado ni suficiente para concluir que la suplementación mejorará la fuerza muscular en todos los atletas.
El estudio también destaca algunas limitaciones importantes, como el reducido tamaño de la muestra y la heterogeneidad de los ensayos incluidos. Los diferentes deportes, las distintas dosis de suplementación y los métodos de medición de la fuerza muscular introdujeron variabilidad en los resultados, lo que dificulta sacar conclusiones definitivas. Además, la mayoría de los estudios se llevaron a cabo durante el invierno en regiones de alta latitud, lo que podría no representar adecuadamente a los atletas que entrenan en otras condiciones climáticas o estaciones del año.
Puntos prácticos y conclusiones
- Suplementación de vitamina D3: Es eficaz para aumentar los niveles séricos de 25(OH)D en atletas, especialmente durante períodos de baja exposición solar, como el invierno. Esto puede ser beneficioso para prevenir la deficiencia de vitamina D, que es común en los atletas debido a su intensa actividad física y, en muchos casos, a la falta de exposición al sol.
- Impacto en la fuerza muscular: Aunque se observaron mejoras en la contracción del cuádriceps, no se encontraron mejoras significativas en otros aspectos de la fuerza muscular. Esto sugiere que, aunque la vitamina D3 puede tener beneficios específicos para la fuerza muscular, no es una solución universal para mejorar el rendimiento en todos los atletas.
- Heterogeneidad de resultados: La variabilidad en los deportes, la suplementación y los métodos de medición hacen que los resultados no sean concluyentes. Se necesitan más estudios con muestras más grandes y métodos estandarizados para obtener una comprensión más clara del impacto de la vitamina D3 en la fuerza muscular.
- Recomendaciones: Para los entrenadores y profesionales de la salud, la suplementación con vitamina D3 debe considerarse para atletas con niveles bajos de 25(OH)D, especialmente en deportes de interior o durante el invierno. Sin embargo, no se debe esperar una mejora generalizada en la fuerza muscular solo por el aumento de los niveles de vitamina D.
En resumen, este metaanálisis actualiza la comprensión sobre la suplementación de vitamina D3 en atletas, confirmando su eficacia para corregir la deficiencia de vitamina D, pero mostrando que sus efectos en la fuerza muscular son limitados y no concluyentes. Se requieren más investigaciones para explorar completamente el potencial de la vitamina D3 en la mejora del rendimiento atlético, particularmente en diferentes contextos deportivos y estaciones del año.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/08/fnut-11-1381301.pdf
Referencia completa:
Han Q, Xiang M, An N, Tan Q, Shao J, Wang Q. Effects of vitamin D3 supplementation on strength of lower and upper extremities in athletes: an updated systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Front Nutr. 2024 May 27;11:1381301. doi: 10.3389/fnut.2024.1381301.
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