Los probióticos son microbios vivos que se pueden administrar asociados a muchos productos (alimentos, medicamentos y suplementos dietéticos), y que han mostrado efectos positivos sobre la salud del huésped, en relación a mantener o restablecer la microflora del tubo digestivo. Las especies más utilizadas como probióticos son lactobacillus y bifidobacterium, y con menos frecuencia la levadura de Saccharomyces cerevisiae y algunas especies de E. Coli. Los probióticos ejercen múltiples beneficios para la salud, incluyendo salud gastrointestinal, inmunoregulación, y mejora de las enfermedades metabólicas mediante la modulación de la microbiota manteniendo la eubiosis vía eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA) cerebro-intestino-microbioma
Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Lagowska y Bajerska, 2021; J Athl Train 22-ene; doi: 10.4085/592-20) cuyo objetivo fu evaluar la efectividad de la suplementación con probióticos sobre la incidencia de infecciones del tracto respiratorio superior y marcadores inflamatorios en atletas.
Selección de estudios: se seleccionaron 2498 artículos de los que 14 cumplieron los criterios de selección para el análisis.
Los resultados no mostraron efectos significativos de la suplementación con probióticos sobre el número de días enfermos, ni sobre la duración media de los episodios de enfermedad respiratoria, pero si hubo un efecto significativo de la suplementación con probióticos sobre la severidad de los síntomas globales de la enfermedad. Además, la suplementación con probióticos se asoció a menores valores de IL-6 y TNF-α.
Los autores concluyeron que la suplementación con probióticos en atletas profesionales es eficaz para disminuir la severidad de los síntomas en los episodios de enfermedad respiratoria. Además, la suplementación con probióticos puede disminuir el estatus de inflamación crónica.
La dosis de probióticos varía enormemente según la cepa y el producto; así, muchos productos de venta libre proporcionan entre 1 y 10 mil millones de ufc/dosis. No se puede establecer una dosis general para los probióticos, pero si debemos recordar ciertos criterios mínimos exigibles a los productos: 1) estar especificado por género y cepa; 2) contener bacterias vivas; 3) ser administrado en dosis adecuadas hasta el final de la vida útil del producto, con variabilidad mínima entre lotes; 4) haber demostrado ser eficaz en estudios controlados en humanos. Cuidado con esto, ya que al no tener una legislación clara al respecto en el mercado te puedes encontrar de todo.
