La cafeína es uno de los suplementos más consumidos por los atletas. La evidencia de sus efectos ergogénicos en la mayoría de los deportes está bien asentada, pero en el fútbol no está bien estudiada.
Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Simöes Ferreira y col, 2021. Sports Health 5-mar; doi: 10.1177/1941738121998712) cuyo objetivo fue investigar los efectos (beneficios y posibles perjuicios) de la suplementación con cafeína en la mejora del rendimiento en futbolistas.
Dieciséis estudios fueron incluidos en el análisis.
Los resultados mostraron que, al analizar la resistencia aeróbica, los resultados no mostraron diferencias entre la cafeína y el placebo. Tampoco se observaron diferencias entre el tiempo del test de fatiga. Considerando la potencia anaeróbica, no se observaron diferencias en el salto vertical y en el test de esprint repetidos, así como en el test de agilidad tiempo-reacción, ni en la percepción del esfuerzo. Con relación a la seguridad, solo se recogieron escasos efectos adversos. La certeza de esta evidencia fue baja a muy baja.
Los autores concluyen que no se observaron mejoras en el rendimiento físico de futbolistas bajo suplementación con cafeína comparado con placebo o no intervención.
En mi opinión, la cafeína se sitúa en el número 1 en cuanto a efectos ergogénicos relacionados con el deporte. No obstante, podemos analizar esos efectos desde muchas perspectivas y aplicando en diferentes poblaciones de deportistas. En lógico que esos efectos no sean igual de evidentes en distintas disciplinas deportivas, como lo es también cuando se aplica a personas de diferentes niveles de entrenamiento.
