Efecto del entrenamiento de fuerza sobre los niveles séricos de IGF-1

El IGF-1 se secreta en el hígado bajo el estímulo de la hormona de crecimiento (GH), constituyendo el efector de la GH como anabolizante de proteínas. Los datos existentes del efecto del entrenamiento de fuerza sobre las concentraciones del factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1) son conflictivos. Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Jiang y col, 2020; Complement Ther Med 50:102360; doi: 10.1016/j.ctim.2020.102360) cuyo objetivo fue examinar los efectos del entrenamiento de fuerza sobre los niveles séricos de IGF-1. Se analizaron 33 estudios. Los resultados generales mostraron un aumento significativo del IGF-1 después del entrenamiento de fuerza comparado con el grupo control. El análisis de subgrupos reveló que ese aumento solo fue significativo con programas de entrenamiento de ≤ 16 semanas de duración, personas de más de 60 años y en mujeres. Análisis posteriores mostraron una relación en U entre la edad de los pacientes y la respuesta del IGF-1, en la que por debajo de los 40 años el entrenamiento se asoció a un descenso del IGF-1, mostrando un aumento por encima de los 40 años. Los autores concluyeron que el entrenamiento de fuerza provoca un aumento del IGF-1 en programas de ≤ 16 semanas, personas de más de 60 años y en mujeres.

No se conocen bien los mecanismos que sustentan las respuestas observadas en este metaanálisis, entrando en muchos casos en el terreno de la especulación. Lo que parece claro es que la respuesta del IGF-1 al entrenamiento de fuerza no es uniforme, ni por duración del entrenamiento, ni por edad, ni por sexo. No está claro cual es el efecto del envejecimiento, ni de la deficiencia de andrógenos, sobre la neurorregulación de la GH/IGF-1.

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