Consumo de ácidos grasos libres y triglicéridos intramusculares en el tejido muscular después de un periodo de entrenamiento

Los ácidos grasos (FFA) constituyen un combustible de gran importancia en el metabolismo muscular durante el ejercicio. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Bergman y col, 2018; Am J Physiol Endocrinol Metab 276(1): E106-E117; doi: 10.1152/ajpendo.1999.276.1.E106) en el que los autores valoraron la hipótesis que el entrenamiento de resistencia aeróbica aumentaría la oxidación intramuscular de triglicéridos (IMTG). Para ello estudiaron el intercambio neto de FFA y glicerol durante 1 h de ejercicio en cicloergómetro en dos intensidades, antes del entrenamiento (45 y 65% VO2pico) y después del entrenamiento (65% VO2pico de antes del entrenamiento (igual intensidad absoluta, ABT), y 65% VO2pico de después del entrenamiento (igual intensidad relativa, RLT). Los voluntarios fueron evaluados antes y después de 9 semanas de entrenamiento, 5 sesiones/semana al 75% VO2pico. La potencia del 66,1±1,1 % VO2pico antes del entrenamiento se correspondió con un 54,0±1,7% VO2pico para después del entrenamiento, debido a un aumento del 14,6±3,1% en el VO2pico. Los resultados mostraron como el entrenamiento disminuyó los valores de RER en ABT, pero no en RLT. Después del entrenamiento, el consumo neto de FFA aumentó en RLT, pero no en ABT. La extracción fraccional de FFA no cambió con el entrenamiento en ninguna intensidad. La liberación neta de glicerol y la lipolisis de IMTG no cambió en ABT, pero disminuyó en RLT. Las biopsias musculares revelaron cambios mínimos de los triglicéridos intramusculares durante el ejercicio. Los resultados sugieren ausencia de cambios en la oxidación de FFA o IMTG al 65%-pre y 54%-post entrenamiento, respecto al VO2pico. El entrenamiento si incrementó el consumo de FFA al 65% VO2pico post-entrenamiento, pero los valores de RER y RQ en todas las intensidades indican que FFA y IMTG tuvieron una importancia secundaria como combustibles en intensidades moderadas de ejercicio.

Una de las adaptaciones más decisivas del entrenamiento de resistencia aeróbica es el aumento de la capacidad de generar energía para la contracción muscular proveniente de las grasas. En este estudio, el valor más importante fue comprobar como después de un periodo de entrenamiento breve (9 semanas) la energía proveniente de las grasas aumentó a una intensidad relativa submáxima (65% VO2pico), asociada al desarrollo de mayor potencia absoluta de ejercicio. Y ello a pesar de un esquema de entrenamiento (75% VO2pico) no muy favorecedor de la mejora del metabolismo de los lípidos.

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