Comparación de gasto energético durante carrera vs circuito de fuerza

(post destacado 2018) El entrenamiento de fuerza en circuito (CT) es probablemente la modalidad de entrenamiento más recomendable para personas que buscan en el ejercicio una combinación de salud, mejora de la capacidad funcional general y estética. El carácter de este tipo de entrenamiento maximiza la densidad del ejercicio, lo que puede distorsionar la percepción del gasto energético (EE). Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Brewer y col, 2018; J Strength Cond res 9-jul; doi: 10.1519/JSC.0000000000002731) cuyo objetivo fue comparar el gasto energético (EE) y la percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) entre CT y una sesión equivalente de carrera en tapiz rodante (TR). El entrenamiento en circuito consistió en 10 estaciones (40% 1RM, 15 repeticiones) realizadas durante 20 min. La frecuencia cardiaca (HR) y EE (Cosmed K4) fueron monitorizados de manera permanente, valorándose además la RPE. Se realizó también una sesión de 20 min de carrera en tapiz rorante a una frecuencia cardiaca media similar a la mantenida en la sesión de CT. Los resultados mostraron que el gasto energético total (EE) fue menor durante CT frente a TR (168,19 Kcal vs 244,20 kcal, respectivamente). De la misma forma el gasto de energía por unidad de tiempo fue menor en CT. La RPE durante el entrenamiento CT fue mayor que durante la carrera. No se observó asociación significativa entre RPE y EE. La frecuencia cardiaca media obtenida durante la sesión de CT correspondió al 61% de la frecuencia cardiaca de reserva. Los resultados mostraron que, para una sesión de ejercicio equivalente en frecuencia cardiaca media y duración, el entrenamiento en circuito supuso una mayor percepción subjetiva de esfuerzo, pero un menor gasto de energía.

Es importante aclarar a los usuarios, y también a algunos entrenadores, que el valor de la frecuencia cardiaca obtenido durante entrenamientos de fuerza no es comparable en su contexto fisiológico con los valores de frecuencia cardiaca asociados a entrenamientos de resistencia aeróbica. El aumento de la frecuencia cardiaca durante el ejercicio, derivado de la simultánea activación simpática y desactivación parasimpática, ocurre por mediación de estímulos diversos: desde la activación central dependiendo de la masa muscular implicada, hasta la activación de los mecanorreceptores, pasando por el papel fundamental de la distorsión del medio interno muscular asociado el ejercicio (metabolorreceptores). Ello hace que la frecuencia cardiaca constituya una variable de fácil distorsión en su reflejo del trabajo fisiológico real.

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