Acción endocrina y paracrina de la miostatina

miostatinaLa miostatina es una proteína de la familia de los factores de crecimiento, que ha demostrado desempeñar un papel importante en la regulación del metabolismo muscular. Su principal función conocida hasta el momento es actuar como agente inhibitorio del crecimiento del tejido muscular, lo que ha llevado a relacionarla con los procesos de sarcopenia. En los últimos años se ha demostrado su participación en situaciones asociadas a procesos de debilidad muscular, como los observados en el sida, la sarcopenia asociada a la edad, la atrofia muscular por encamamiento, la ingravidez y la pérdida de masa muscular asociada al tratamiento con glucocorticoides. La miostatina se produce principalmente en el músculo esquelético humano, desde donde se libera al plasma. Parece que los diferentes grupos musculares expresan diferentes valores de miostatina. Existe controversia sobre si la miostatina actúa principalmente a través de un mecanismo autocrino o endocrino. La miostatina se sintetiza en la célula muscular como una preproteína que, tras un proceso de proteólisis, se divide en 2 péptidos: el propéptido N-terminal y un péptido maduro. La proteína madura puede liberarse directamente al plasma o mantenerse unida de forma no covalente al propéptido formando el llamado «péptido latente asociado» (LAP, de latency associated peptide), que representa el 70% de la miostatina sérica. Una vez en el lugar de acción, el LAP se ve sometido a un proceso de proteólisis en el que se obtiene la miostatina madura y activa que actúa sobre el receptor. Una cuestión aún sin resolver es si la miostatina circulante puede regular el crecimiento de cualquier músculo del organismo o si por el contrario su acción está localizada al lugar donde se produce. Recientemente se ha publicado una interesante revisión en este sentido (Lee y col, 2016; J Appl Physiol 14-ene). Los autores refieren un experimento en el que se utilizaron ratones transgénicos en los que fue eliminada la producción de miostatina de los músculos situados posteriormente, dejando intacta la producción de los músculos localizados en el plano anterior. El resultado fue un grupo de ratones que producían la mitad de miostatina. El análisis posterior de los músculos de esos ratones mostró claras diferencias indicativas de importantes efectos paracrinos en la regulación de la masa muscular. Significativo, aunque más sutil, también se un efecto consistente con un modo de acción endocrina de la miostatina en esos ratones. Estos resultados tienen importantes implicaciones no sólo para la comprensión del control fisiológico de la masa muscular, sino también para las estrategias terapéuticas en relación a la miostatina para tratar a pacientes con pérdida de masa muscular.

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