Suplementación con antioxidantes y ejercicio

resveratrolDesde hace unos años, y especialmente en los últimos cinco, se ha extendido la recomendación de la suplementación con antioxidantes, primero en deportistas y luego en la población general. En este último segmento, especialmente relacionado con el denominado “anti-aging”. El ejercicio en general, y el de resistencia aeróbica en particular, basa gran parte de la producción energética en reacciones metabólicas que se desarrollan en las mitocondrias, lo que conlleva necesariamente la producción de especies reactivas del oxígeno o radicales libres. Estos, son en parte neutralizados por medio de defensas antioxidantes (enzimáticas y no enzimáticas) que la propia producción de radicales libres produce, generalmente en equilibrio. De tal suerte, que un maratoniano produce más radicales libres en su vida diaria, pero también posee defensas antioxidantes más potentes. Desde hace tiempo se sabe que los radicales libres juegan un importante papel en las adaptaciones asociadas a la realización de ejercicio, como biogénesis mitocondrial, sensibilidad a la insulina o consumo de glucosa por el músculo. Se han propuesto diferentes suplementos antioxidantes, como las vitaminas C y E, ácido lipoico ó polifenoles, con el fin de prevenir daños asociados a la producción de radicales libres, y mejorar las adaptaciones fisiológicas al ejercicio. Sin embargo, la mayoría de los estudios preclínicos y clínicos no han mostrado datos definitivos, ni a favor, ni en contra, de la suplementación con antioxidantes asociados a mejores adaptaciones al ejercicio de resistencia aeróbica. El resveratrol, presente en las uvas y sus derivados, como el vino) en cambio, ha mostrado en estudios pre-clínicos efectos positivos consistentes sobre el rendimiento, biogénesis mitocondrial y sensibilidad a la insulina, aunque los resultados en ensayos clínicos sean inconsistentes. Futuros estudios deberán aclarar los verdaderos efectos, si los hubiera, de la suplementación con antioxidantes, tanto desde el punto de vista del rendimiento, como de la salud. Mención aparte merecen las personas de edad avanzada, que de manera fisiológica poseen sistemas defensivos antioxidantes menos desarrollados, y en consecuencia se justifica en mayor grado una suplementación.

Aunque es complicado, debemos intentar no dejarnos arrastrar por las “modas no fundamentadas” o sin verdadera base científica. La suplementación con anti-oxidantes, como ocurre con la L-carnitina o incluso con las vitaminas, solo está indicado en casos concretos y situaciones específicas. Lo que quiero decir es que un maratoniano, por poner un ejemplo, probablemente no necesite una suplementación con antioxidantes, ni con vitaminas, pero en su lugar DEBE ALIMENTARSE DE TAL MANERA QUE LA INGESTA DE ANTI-OXIDANTES Y/O VITAMINAS SEA SUFICIENTE EN FUNCIÓN DE LA ACTIVIDAD DESARROLLADA, y es ahí donde la NUTRICIÓN DEPORTIVA muestra su auténtico valor.

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