Valoración de la salud del músculo esquelético

Este artículo revisa las innovaciones y técnicas emergentes para la evaluación de la salud del músculo esquelético, destacando su importancia en el rendimiento atlético, la movilidad y la prevención de enfermedades como la sarcopenia.

Introducción

El músculo esquelético es uno de los tejidos más activos metabólicamente en el cuerpo humano, representando hasta el 40% de la masa corporal total. Cumple funciones vitales como el movimiento, el mantenimiento de la postura, y la regulación de la temperatura. Con el paso del tiempo, se han desarrollado métodos para evaluar la estructura y función muscular, pero aún existen áreas que requieren mayor investigación, como la variabilidad individual y las interacciones entre los músculos y otros tejidos.

El objetivo del artículo es resaltar las nuevas aproximaciones para evaluar la salud muscular, como el uso innovador de la ecografía dinámica, la tensiomiografía, y los biomarcadores moleculares, entre otros. Estas técnicas permiten una comprensión más profunda de la fisiología muscular y son esenciales para mejorar las intervenciones en ejercicio y rehabilitación.

Innovaciones en la evaluación dinámica

Tradicionalmente, las imágenes por resonancia magnética (MRI) y la tomografía computarizada (CT) han sido herramientas clave para evaluar la función muscular, pero son costosas y difíciles de acceder. Como alternativa, la ecografía dinámica ha surgido como una técnica más accesible. Esta herramienta permite capturar imágenes del músculo en movimiento, ofreciendo información sobre su funcionalidad durante actividades específicas, como el equilibrio y el movimiento.

Un ejemplo de la utilidad de esta técnica es en la evaluación del dolor lumbar, donde los músculos abdominales y pélvicos juegan un papel importante. La ecografía dinámica puede visualizar los cambios en el grosor muscular y la calidad del tejido en tiempo real, lo que facilita el diagnóstico y tratamiento.

Propiedades contráctiles: Tensiomiografía

La tensiomiografía (TMG) es otra técnica destacada, utilizada para evaluar las propiedades contráctiles del músculo y su función neuromuscular. Es especialmente útil en entornos de ciencia deportiva y rehabilitación debido a su capacidad para proporcionar datos en tiempo real sobre la contracción muscular, la velocidad contráctil y la composición de fibras musculares.

El TMG utiliza un estímulo eléctrico para inducir una contracción muscular, y mide parámetros como el desplazamiento muscular y el tiempo de contracción. Esto ayuda a identificar desequilibrios musculares y guiar las intervenciones para optimizar el rendimiento y la recuperación. Aunque esta técnica tiene limitaciones, como la incapacidad de medir directamente la activación neural, sigue siendo una herramienta valiosa para rastrear adaptaciones musculares.

Restricción del flujo sanguíneo

El artículo también examina los avances en el uso de la restricción del flujo sanguíneo (BFR), una técnica que combina el ejercicio con la oclusión parcial de una extremidad para aumentar la fuerza y la masa muscular con cargas de trabajo más ligeras. Esta técnica ha demostrado ser efectiva tanto en poblaciones asintomáticas como en pacientes con enfermedades crónicas.

Una de las innovaciones recientes en esta área es la utilización de dispositivos basados en algoritmos para determinar la presión de oclusión arterial total (TAOP), eliminando la necesidad de ecografías especializadas. Esto podría facilitar la adopción más amplia del BFR en entornos clínicos y deportivos.

Biomarcadores serológicos

Los biomarcadores serológicos, en particular los neoepítopos, representan un avance en la evaluación de la salud muscular. Estos biomarcadores, formados tras modificaciones postraduccionales, permiten la evaluación no invasiva de la remodelación del tejido muscular, lo que puede ser útil para detectar enfermedades o cambios en la calidad muscular.

Estudios recientes han investigado el uso de fragmentos de colágeno como neoepítopos en diferentes contextos de inmovilización y entrenamiento, lo que sugiere que podrían servir como indicadores de los procesos de regeneración muscular y pérdida de masa muscular.

Calidad del músculo esquelético

La calidad muscular se ha convertido en un concepto clave en la evaluación de la salud muscular, ya que estudios han demostrado una disociación entre la fuerza muscular y la masa muscular. Es decir, individuos pueden perder fuerza sin una reducción significativa de la masa muscular. Esto ha llevado al desarrollo de métodos para evaluar la calidad del músculo, como la medición de la ecointensidad mediante ultrasonidos.

La ecointensidad mide la cantidad de grasa intramuscular y el tejido conectivo, lo que puede proporcionar una visión más detallada sobre la calidad del músculo en comparación con las simples mediciones de tamaño. Este enfoque ha demostrado ser útil para detectar diferencias en la calidad muscular entre grupos de edad y niveles de entrenamiento.

Composición corporal y análisis de bioimpedancia

Otra técnica destacada en el artículo es el uso del análisis de bioimpedancia eléctrica (BIA), que estima la composición corporal basándose en la conductividad eléctrica de los tejidos. Este método es menos costoso y más accesible que otras técnicas como la absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), pero requiere una interpretación cuidadosa debido a las variaciones individuales.

El BIA ha demostrado ser útil para diferenciar entre atletas de diferentes disciplinas, ya que permite medir la integridad de las membranas celulares y la hidratación intracelular, lo que puede ser indicativo de la salud celular.

Evaluación del dolor muscular

El dolor muscular es un factor importante en la salud del músculo esquelético, y el artículo analiza innovaciones en la evaluación de puntos gatillo miofasciales, que son bandas tensas en el tejido muscular asociadas con el dolor. Estos puntos gatillo pueden evaluarse mediante técnicas como la algometría de presión, que cuantifica la percepción del dolor en respuesta a la presión.

También se han desarrollado métodos de imagen para visualizar estos puntos, como la elastografía por ultrasonido, que mide la rigidez del músculo, y la termografía infrarroja, que detecta cambios en el flujo sanguíneo.

Conclusiones

El artículo concluye que la evaluación precisa de la salud del músculo esquelético es esencial para mejorar las intervenciones en ejercicio y rehabilitación. Las técnicas emergentes discutidas en este artículo, como la ecografía dinámica, la tensiomiografía y los biomarcadores serológicos, ofrecen nuevas oportunidades para comprender mejor la fisiología muscular y personalizar los tratamientos.

Las innovaciones tecnológicas, como los dispositivos portátiles y el análisis automatizado de imágenes, prometen hacer que estas evaluaciones sean más accesibles y precisas, permitiendo a los investigadores y profesionales de la salud obtener información valiosa para mejorar la salud y el rendimiento físico.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/09/Innovations-in-the-Assessment-of-Skeletal-Muscle-Health-1.pdf

Referencia completa:

Beausejour JP, Knowles KS, Wilson AT, Mangum LC, Hill EC, Hanney WJ, Wells AJ, Fukuda DH, Stout J, Stock MS. Innovations in the Assessment of Skeletal Muscle Health: A Glimpse into the Future. Int J Sports Med. 2024 Aug;45(9):659-671. doi: 10.1055/a-2242-3226.

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