Termografía y daño muscular

El entrenamiento pliométrico se ha utilizado en varios deportes y programas de acondicionamiento físico para mejorar la capacidad de salto y la fuerza explosiva, tanto en deportes individuales como de equipo. Las acciones musculares excéntricas, como las que se realizan durante los saltos pliométricos, inducen daño muscular y, en consecuencia, un aumento de la temperatura de la piel (Tsk).

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Alburquerque Santana y col, 2022; J Therm Biol 104:103187; doi: 10.1016/j.jtherbio.2022.103187) cuyo objetivo fue evaluar la respuesta de la medición de termografía infrarroja como marcador indirecto de daño muscular después de un protocolo de saltos pliométricos en sujetos físicamente activos.

Participaron en la investigación diez sujetos masculinos sin experiencia previa en entrenamiento pliométrico (edad 22,5 ± 3,3 años, peso 71,7 ± 11,0 kg, altura 171,1 ± 5,3 cm y masa grasa 15,5 ± 4,7%). Para evaluar el daño muscular, se midieron el salto con contramovimiento (CMJ), la creatina quinasa (CK), el dolor muscular de aparición tardía (DOMS) y la termografía infrarroja (IRT) a las 24, 48 y 72 h después del ejercicio pliométrico.

Los resultados mostraron que el protocolo de ejercicio agudo de saltos pliométricos indujo daño muscular, como lo muestran el CK y el DOMS (24 y 48 h, p < 0,05), pero no se mostró diferencia estadística entre los momentos analizados en Tsk (zona cálida). Sin embargo, al comparar el inicio con las 48 h, se encontró un efecto moderado en la Tsk (zona cálida) para la parte anterior del muslo derecho (ES = 1,1) y la parte posterior del muslo izquierdo (ES = 0,9) y un efecto grande para la parte anterior del muslo izquierdo (ES = 1.4) y muslo derecho posterior (ES = 1.3). Se encontró un efecto moderado en la Tsk (zona cálida) para la parte posterior del muslo derecho e izquierdo (ES = 0,9 y ES = 1,1, respectivamente) al comparar el inicio con 72 h de IRT.

Estos resultados sugieren que una sesión de salto pliométrico altera la CK y DOMS, así como la temperatura de la piel del muslo de forma evidente, planteando una posible relación con marcadores de daño muscular.

La termografía de superficie puede ayudar a detectar daño muscular cuando se aplica con la metodología apropiada. Avanzar en los protocolos idóneos para lograr resultados fiables es uno de los objetivos que se plantea en esta técnica. Investigaciones recientes relacionan marcadores bioquímicos de daño muscular, como la CK, con los registros obtenidos con termografía. No es un tema nuevo, pero si se necesita aclarar sobre tu verdadera utilidad práctica

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