El artículo aborda la interacción entre la baja disponibilidad energética (LEA), una ingesta baja de carbohidratos (LCHO) y el desarrollo del síndrome de deficiencia energética relativa en el deporte (REDs). El concepto de LEA problemática (P-LEA), introducido por el Comité Olímpico Internacional en 2023, hace referencia a una exposición a LEA que altera de forma significativa múltiples sistemas corporales. REDs se asocia con alteraciones hormonales, como la disminución de testosterona, estradiol, progesterona, insulina, leptina, triyodotironina (T3), hormona del crecimiento e IGF-1, y un aumento del cortisol. El objetivo del artículo es proponer un modelo fisiológico en el que P-LEA y LCHO interactúan para inducir una reducción de T3, mediada por un aumento del cortisol, y desencadenar las alteraciones hormonales propias del REDs.
El papel de la triyodotironina (T3)
Las hormonas tiroideas, especialmente T3, tienen funciones críticas en el cuerpo humano. Además de su acción directa sobre los tejidos, tienen efectos permisivos sobre otras hormonas como la hormona del crecimiento y la epinefrina. T3 es la forma biológicamente activa de las hormonas tiroideas, mientras que T4 es considerada una prohormona que se convierte en T3 en los tejidos periféricos.
Una reducción en la ingesta calórica afecta especialmente a T3. En situaciones de LEA, los niveles de cortisol aumentan, estimulando la gluconeogénesis y la proteólisis para obtener energía, pero también inhiben la síntesis proteica mediante la vía mTOR. Además, el cortisol puede inhibir la conversión de T4 en T3 al reducir la actividad de la enzima 5’-desyodasa, promoviendo la producción de T3 inversa (rT3), que no tiene actividad biológica. También puede suprimir la TSH y disminuir globalmente T4 y T3, generando lo que se conoce como síndrome del T3 bajo o síndrome eutiroideo enfermo.
Interacción entre el cortisol y los carbohidratos
Hace más de 40 años se demostró que una dieta muy baja en carbohidratos (~10% del consumo calórico) incrementa la respuesta de cortisol al ejercicio. Estudios más recientes han mostrado que solo tres días de una dieta baja en carbohidratos (~30% de la ingesta calórica) en atletas de resistencia, junto con entrenamiento intenso, provocan elevaciones significativas de cortisol basal y durante el ejercicio. Cuanto mayor es la intensidad del ejercicio (>60% VO₂max), más elevada es la respuesta de cortisol. Este fenómeno es común en atletas que realizan entrenamientos intensos, como intervalos de alta intensidad, tanto a nivel élite como aficionado.
T3 bajo y REDs
P-LEA junto con una ingesta baja de carbohidratos incrementan de manera significativa las respuestas de cortisol, tanto en reposo como durante el ejercicio. Esta situación favorece una reducción en los niveles de T3, lo que conlleva un estado de síndrome del T3 bajo. Como se muestra en el modelo hipotético (Figura 1 del artículo), este estado hormonal tiene múltiples consecuencias negativas:
- Disminución de hormonas sexuales: La falta de T3 interfiere en la regulación del eje hipotálamo-hipófisis-gónadas, afectando la producción de testosterona, estradiol y progesterona. Además, el propio cortisol puede inhibir directamente la esteroidogénesis.
- Reducción de leptina e insulina: Estas hormonas, esenciales para el metabolismo y la regulación reproductiva, también son inhibidas por el cortisol. La baja insulina, además, disminuye aún más la conversión de T4 en T3.
- Alteración del eje de crecimiento: El cortisol puede inhibir la liberación de GHRH desde el hipotálamo, reduciendo así los niveles de GH e IGF-1, fundamentales para la adaptación al entrenamiento.
En conjunto, este entorno hormonal desfavorable puede afectar gravemente la salud, el rendimiento y la capacidad de adaptación al entrenamiento del atleta.
Consecuencias fisiológicas adicionales
Los efectos del T3 bajo y las hormonas alteradas se extienden más allá del sistema endocrino:
- Anemia: La T3 baja y la testosterona reducida afectan la producción eritropoyética en la médula ósea, lo que puede provocar anemia.
- Debilidad muscular y fatiga: La disminución de T3, testosterona y estradiol puede alterar la función muscular, disminuir la síntesis proteica y aumentar la fatiga.
- Sistema inmune comprometido: El bajo consumo de carbohidratos y la reducción de T3 afectan negativamente la inmunidad.
- Reducción del metabolismo basal: T3 regula la tasa metabólica en reposo. Tanto el T3 bajo como la dieta LCHO reducen el metabolismo energético, disminuyen las reservas de glucógeno y aumentan la fatiga durante el ejercicio.
Estas alteraciones afectan tanto a hombres como mujeres, aunque algunas evidencias indican que las mujeres pueden experimentar mayores disrupciones hormonales. Todos estos factores favorecen las malas adaptaciones al entrenamiento, empeoran el rendimiento y aumentan el riesgo de lesiones y enfermedades.
Aplicaciones prácticas
Los autores subrayan la importancia de reconocer el papel esencial de los carbohidratos en la dieta de los atletas, no solo en cantidad, sino también en el momento de su ingesta. Desafortunadamente, la práctica del “carb shaming” (temor o vergüenza a consumir carbohidratos) está presente en muchos deportes, sobre todo en mujeres. Esta cultura puede llevar a dietas insuficientes en carbohidratos y contribuir al desarrollo de REDs.
Las buenas prácticas nutricionales deben centrarse en asegurar una ingesta energética adecuada, especialmente en forma de carbohidratos. Esto, junto con hábitos saludables (sueño, gestión del estrés), ayudará a los atletas a adaptarse al entrenamiento y mejorar su rendimiento.
Conclusiones
Los autores resumen los principales mensajes del artículo:
- Impacto amplificado: La combinación de P-LEA y una dieta baja en carbohidratos (<3 g/kg/día o <30% de las calorías) puede amplificar las alteraciones hormonales que afectan la salud, el rendimiento y la adaptación al entrenamiento, elevando el riesgo de REDs.
- Monitoreo clínico: Es crucial evaluar periódicamente a los atletas para detectar signos de P-LEA y REDs. La medición de T3 es una de las herramientas recomendadas por el Comité Olímpico Internacional.
- Evaluación multidimensional: Se recomienda adoptar un enfoque multidimensional en el estudio de REDs que incluya perfiles hormonales completos, con especial énfasis en las hormonas tiroideas.
El modelo propuesto en este trabajo es una hipótesis que debe ser validada o refutada mediante futuras investigaciones. El objetivo final es desarrollar estrategias basadas en la evidencia que protejan la salud y el rendimiento de los atletas.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/07/Low-Energy-Availability.pdf
Referencia completa:
Hackney AC, Moore SR, Smith-Ryan A. Low Energy Availability, Carbohydrate Intake, and Relative Energy Deficiency in Sport: The Low Triiodothyronine Hypothesis. Int J Sports Physiol Perform. 2025 Jul 10:1-4. doi: 10.1123/ijspp.2025-0073.



