Regulación del volumen de los hematíes con el entrenamiento

La hipervolemia es un sello distintivo del entrenamiento de resistencia aeróbica (ET) y se manifiesta por elevaciones similares en el volumen de plasma (PV) y glóbulos rojos (RBCV), por lo que el hematocrito permanece en gran medida inalterado después de semanas / meses de entrenamiento. Recientemente se ha publicado una revisión sobre este tema (Montero D y Lundby C, 2019; Compr Physiol 9(1):149-164; doi: 10.1002/cphy.c180004) en la que los autores expresan que, si bien los mecanismos que facilitan la expansión plasmática con ET han sido revisados ​​en profundidad, este no es el caso para RBCV. Los campeones de resistencia aeróbica pueden tener un 40% más de RBCV que los controles y RBCV puede aumentar hasta un 10% después de meses de entrenamiento regular en personas sanas. Tales adaptaciones son el factor principal que conduce a cambios concomitantes en consumo máximo de oxígeno (VO2max). El aumento de RBCV está precedido por el de PV después de algunas sesiones de ET, lo que a su vez disminuye transitoriamente el hematocrito. La base teórica más habitual sugiere que los sensores de O2 ubicados dentro del aparato yuxtamedular regulan el hematocrito a través de la modulación de la producción de eritropoyetina renal (EPO) de acuerdo con los cambios en la presión arterial de O2 dependientes del contenido de O2. Por lo tanto, la disminución inicial en el hematocrito se puede considerar como un mecanismo primario que facilita la expansión de RBCV con ET. Además, después de un ejercicio de resistencia único, las hormonas reguladoras del volumen sanguíneo angiotensina II y VPN aumentan de forma transitoria. Ambos estimulan la producción renal de EPO. Las catecolaminas y el cortisol, hormonas del estrés aumentadas de forma aguda por el ejercicio de resistencia, pueden facilitar la liberación de glóbulos rojos de la médula ósea, contribuyendo así a la eritropoyesis inducida por la ET. Estos y otros efectos endocrinos podrían potenciarse por la hiperplasia de la médula ósea hematopoyética observada en atletas de resistencia aeróbica.

Las adaptaciones de expansión del volumen plasmático y del tamaño de los glóbulos rojos son fundamentales en deportistas de resistencia aeróbica para lograr una mejor utilización del oxígeno en las rutas metabólicas. Es importante que el médico que evalúe los análisis clínicos de sangre de los deportistas conozca estas adaptaciones fisiológicas para poder ofrecer una adecuada interpretación de estos y con ello una orientación hacia el entrenador sobre aspectos relacionados con el rendimiento y las cargas de trabajo en la periodización del entrenamiento. Los médicos del deporte somos especialistas en esto, aunque nuestra labor cada vez esté más arrinconada en el cuidado integral del deportista.

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