¿Puede el ejercicio tener una función protectora de la función cognitiva en condiciones de hipoxia?

La función cognitiva se ve afectada por condiciones de hipoxia. Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Jung y col, 2020; J Sport Health Sci 20-abr; doi: 10.1016/j.jshs.2020.04.004) cuyo objetivo fue examinar los efectos del ejercicio sobre la función cognitiva durante la exposición a hipoxia. Un total de 12 estudios fueron examinados. Los resultados mostraron que la exposición a la hipoxia afectó a la capacidad de atención, función ejecutiva y memoria, pero no al procesamiento de la información. La realización de ejercicio en hipoxia tuvo un efecto significativo de la mejora de la función cognitiva. Distintos factores, como la edad, tipo de tarea cognitiva, tipo de ejercicio, intensidad de ejercicio, y nivel de hipoxia, influyen en la relación del ejercicio con la función cognitiva. Los autores sugieren que la realización de ejercicio durante la exposición a la hipoxia mejora la función cognitiva, estando esta asociación mediada por características individuales y relacionadas con el ejercicio desarrollado y el nivel de hipoxia expuesto.

La exposición a la hipoxia controlada sea normobárica o hipobárica, aporta importantes beneficios fisiológicos para la salud y el rendimiento. La realización de ejercicio en condiciones de hipoxia se contempla como un escenario en el que confluyen multitud de beneficios, no solo para personas que buscan rendimiento, sino también en el ámbito de la salud. La dosis óptima de “hipoxia” asociada al tipo de ejercicio idóneo es la clave para entender realmente los beneficios que aporta esta condición.

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