Metabolómica en corredores de resistencia aeróbica con diferentes patrones nutricionales

Nutrición y Suplementación Deportiva

Kripp AM, Tahir A, Draxler A, Speiser M, Wagner KH, König D. Exploring the non-targeted metabolomic landscape in endurance-trained runners following 10 weeks of different dietary patterns and concomitant training. J Int Soc Sports Nutr. 2025 Dec;22(1):2536139. doi: 10.1080/15502783.2025.2536139.

Las recomendaciones establecidas para la nutrición deportiva suelen enfatizar dietas ricas en carbohidratos (CHO) para mejorar el rendimiento en deportes de resistencia. Sin embargo, estrategias alternativas como las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas (LCHF) han cobrado relevancia debido a su potencial efecto en la flexibilidad metabólica y el rendimiento. Este estudio investiga cómo diferentes patrones dietéticos, concretamente dietas con bajo índice glucémico (LOW-GI), alto índice glucémico (HIGH-GI) y una dieta LCHF, combinadas con entrenamiento de resistencia regular, afectan al perfil metabolómico de corredores recreativos.

El índice glucémico (GI) es un concepto que refleja la respuesta insulínica tras la ingesta de carbohidratos. Debido a que la insulina es una hormona anabólica que puede suprimir la oxidación de grasas y promover la oxidación de glucosa, las dietas con diferente GI podrían afectar el metabolismo de manera significativa. Pese a esto, el conocimiento actual sobre cómo el GI influye específicamente en el metabolismo de sustratos es limitado.

En este contexto, la metabolómica no dirigida es una herramienta analítica avanzada que permite evaluar simultáneamente numerosos metabolitos en un sistema biológico (como plasma o suero) sin determinar previamente los analitos específicos. Esta aproximación puede generar nuevas hipótesis y profundizar en la comprensión de cómo distintas estrategias nutricionales modulan los mecanismos metabólicos durante el ejercicio y la recuperación, aportando información valiosa para mejorar tanto el rendimiento deportivo como la salud a largo plazo.

Los fosfolípidos, esfingolípidos, carnitinas y glicerolípidos son algunos metabolitos potencialmente influyentes en el metabolismo energético y la performance. En particular, los fosfolípidos, presentes en múltiples alimentos (especialmente huevos y lácteos), podrían influir indirectamente en el rendimiento al afectar los niveles de colina, precursor de acetilcolina. Por otro lado, los esfingolípidos y sus derivados, como las ceramidas, podrían modular negativamente la captación de glucosa y alterar el metabolismo lipídico. Las carnitinas desempeñan un papel crítico en la oxidación de ácidos grasos de cadena larga a través del sistema de carnitina palmitoil-transferasa, promoviendo así el uso eficiente de grasas como fuente de energía.

Aunque la dieta LCHF podría aumentar la oxidación de grasas, también podría perjudicar el rendimiento al reducir el metabolismo de carbohidratos. Por esta razón, se plantea que una dieta que tenga en cuenta el GI podría ofrecer ventajas al modular las respuestas metabólicas durante el entrenamiento, aunque la evidencia sobre este punto sigue siendo escasa.

Este estudio de intervención, con una duración de 10 semanas, evaluó cómo las dietas LOW-GI, HIGH-GI y LCHF combinadas con entrenamiento de resistencia afectan el perfil metabolómico en corredores aficionados. Los resultados del análisis metabolómico mostraron claras diferencias entre los grupos dietéticos.

La dieta LCHF mostró el mayor cambio metabólico, con 179 metabolitos significativamente regulados. La dieta HIGH-GI tuvo 139 metabolitos regulados y la LOW-GI fue la menos afectada, con 111 metabolitos alterados. Esto sugiere que una dieta baja en carbohidratos genera modificaciones metabólicas más extensas comparada con las dietas ricas en carbohidratos, independientemente del índice glucémico.

En particular, los fosfolípidos fueron los metabolitos más alterados en todas las dietas. La alta regulación observada en el grupo LCHF podría reflejar tanto el cambio en la ingesta dietética como una adaptación metabólica hacia un metabolismo energético basado en grasas. No obstante, a pesar del importante papel de los fosfolípidos en la estructura celular, su influencia directa en el rendimiento de resistencia sigue siendo objeto de discusión. Aunque algunos estudios sugieren que mayores concentraciones plasmáticas de fosfolípidos podrían relacionarse con mejores resultados deportivos, la evidencia actual no permite concluir de forma definitiva.

Por otra parte, los esfingolípidos, altamente regulados en el grupo HIGH-GI, podrían estar asociados a cambios negativos en la señalización de insulina y la captación de glucosa. Sorprendentemente, se observó una reducción significativa de estos metabolitos en el grupo HIGH-GI, lo que contradice las hipótesis iniciales sobre un aumento de señalización insulínica en este grupo.

La regulación observada en carnitinas confirmó los efectos esperados en cada dieta: una mayor oxidación de grasas en la dieta LCHF, debido a la regulación positiva de múltiples carnitinas y cuerpos cetónicos. Por el contrario, la dieta HIGH-GI mostró una reducción marcada de carnitinas, sugiriendo una menor oxidación lipídica debido a un estado de hiperinsulinemia crónica. El grupo LOW-GI, con un comportamiento intermedio, mostró regulación positiva en ciertas carnitinas, sugiriendo un potencial aumento de la flexibilidad metabólica.

Otro hallazgo clave fue la regulación diferencial de aminoácidos. En el grupo LCHF se observó una reducción generalizada, posiblemente indicando un estado metabólico optimizado que preserva la masa muscular al priorizar cuerpos cetónicos sobre aminoácidos para la obtención de energía. Esta regulación negativa también se vio parcialmente en el grupo LOW-GI, sugiriendo una posible ventaja de esta dieta en términos de conservación proteica.

Finalmente, los glicerolípidos, relacionados con el almacenamiento energético y la lipogénesis, mostraron una regulación elevada en el grupo HIGH-GI. Esto indica una posible reducción en la oxidación de grasas, provocada por el efecto inhibidor de la insulina sobre la oxidación lipídica y su estimulación sobre el uso preferente de glucosa como sustrato energético.

En conjunto, estos resultados respaldan nuevas hipótesis sobre la influencia diferencial de patrones dietéticos específicos sobre el metabolismo energético en atletas recreativos. Las dietas bajas en carbohidratos inducen adaptaciones metabólicas profundas hacia la oxidación lipídica, pero podrían limitar el metabolismo de carbohidratos y potencialmente perjudicar el rendimiento deportivo en esfuerzos de alta intensidad. Por otro lado, dietas que tienen en cuenta el GI podrían ofrecer una ventaja intermedia, optimizando tanto la oxidación lipídica como la flexibilidad metabólica, aunque con efectos menos pronunciados.

Conclusión

Este estudio propone nuevas hipótesis para futuras investigaciones sobre cómo diferentes dietas afectan la respuesta metabólica en atletas. La dieta LCHF mostró la mayor transformación metabólica, con adaptaciones claras hacia el metabolismo de grasas. La dieta HIGH-GI mostró limitaciones metabólicas asociadas con hiperinsulinemia, mientras que la LOW-GI podría favorecer una mejor flexibilidad metabólica. La investigación adicional, utilizando un enfoque más específico y metodologías precisas, será crucial para esclarecer el impacto real de estas dietas sobre el rendimiento y la salud a largo plazo en atletas.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/07/Exploring-the-non-targeted-metabolomic-landscape-in-endurance-trained.pdf

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