Máxima oxidación de grasas y rendimiento en Ironman

La obtención de energía por el metabolismo de las grasas es fundamental en disciplinas de resistencia aeróbica, siendo determinante en pruebas como el Ironman. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Frandsen y col, 2017; Int J Sports Med 19-oct) cuyo objetivo fue investigar la relación entre la máxima tasa de oxidación de las grasas (MFO) medida durante un test en cicloergómetro y el rendimiento en una prueba de Ironman. Participaron 61 triatletas varones con un 16,7±0,7% de grasa corporal y un VO2max de 58,7±0,7 ml/kg/min, que fueron evaluados en el laboratorio entre 4 y 25 días antes de la prueba de Ironman. Los resultados mostraron una correlación negativa entre los tiempos en la competición y MFO (r2=0,12, p<0,005) y VO2pico (r2=0,45, p<0,0001), así como una correlación positiva entre el tiempo de competición y el %grasa corporal (r2= 0,27, p<0,0001). No se observó correlación entre MFO y VO2pico. Los modelos de regresión múltiple mostraron que VO2pico y MFO explicaron juntos el 50% de la variación observada en el tiempo de competición de los 61 triatletas estudiados. Los resultados sugieren que la tasa máxima de oxidación de las grasas parece ejercer una influencia independiente sobre el rendimiento en pruebas de ultra-resistencia (>9 h).

Los deportistas de resistencia aeróbica, y especialmente los de ultra-resistencia, saben que entrenar altos volúmenes en sus entrenamientos no es una opción, sino una obligación. Las intensidades de ejercicio algo inferiores al primer umbral son las más favorecedoras para conseguir las mayores adaptaciones en el metabolismo de los ácidos grasos en el ejercicio. Es una imprudencia renunciar a un alto volumen de entrenamiento a favor de la intensidad si lo que se pretende es mejorar rendimiento en pruebas de resistencia aeróbica de prolongada duración.

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