La actividad sexual no afecta al rendimiento físico del día siguiente

(post destacado 2019) La idea de que la actividad sexual puede afectar negativamente al rendimiento deportivo ha sido objeto de debate en las últimas décadas. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Zavorsky y col, 2019; Sex Med 21-ene; doi: 10.1016/j.esxm.2018.12.002) cuyo objetivo fue aportar datos preliminares sobre si la actividad sexual mantenida la noche antes de realizar varios test de capacidad física podría afectar al rendimiento en el día siguiente. Participaron 8 sujetos (edad media: 28±5 años) que realizaron diferentes test por la mañana en distintas condiciones en orden aleatorio: 1) no actividad sexual la noche anterior a los test (Control); 2) actividad sexual la noche anterior a los test; y 3) yoga la noche anterior a los test. Se midieron: capacidad de trabajo, potencia muscular miembros inferiores (salto vertical), fuerza brazos (presa de mano), tiempo de reacción y fuerza resistencia de parte superior del cuerpo (push-ups completados).  Todos los participantes experimentaron orgasmo durante la actividad sexual. Los resultados mostraron que conforme más placentero fue el orgasmo menor presión arterial sistólica se obtuvo a la mañana siguiente. El coito duró 13 minutos; la frecuencia cardíaca media (FC) y el gasto calórico oscilaron entre 88 y 145 latidos / minuto y entre 53 y 190 kcal, respectivamente. No hubo diferencias significativas en la capacidad de trabajo físico que provocó una HR de 170 latidos / minuto, el número de flexiones completadas, la altura de salto vertical, la fuerza de agarre o el tiempo de reacción en las 3 condiciones. Los autores concluyeron que la actividad sexual con orgasmo desarrollada la noche anterior al ejercicio, reduce la presión arterial sistólica, pero no afecta al rendimiento físico en las modalidades de ejercicio evaluadas.

Este es siempre un tema controvertido y complicado de controlar. La actividad sexual se enmarca en muchas posibles variantes y ello lógicamente puede condicionar el grado de estrés fisiológico asociado y con ello quizás la influencia sobre el rendimiento. Parejas habituales, parejas no conocidas, masturbación, posiciones, edad, etc., son muchos factores confundentes que es complicado controlar. Aun así, la mayoría de los estudios no observan influencia negativa en mantener actividad sexual el día antes de competir.

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