Interrumpir prolongados estados de sedestación con breves paseos o repetidas acciones de levantarse de la silla reduce la insulinemia postprandial

Los prolongados estados de sedestación, tan habituales en muchos trabajos y también en actividades de ocio, han demostrado comportarse como verdaderos factores de riesgo cardiometabólicos. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Gillen y col, 2020; J Appl Physiol 12-nov; doi: 10.1152/japplphysiol.00796.2020) cuyo objetivo fue determinar si la interrupción de un estado prolongado de sedestación con cortos periodos de actividad física podría reducir la glicemia e insulinemia postprandial en adultos sanos. Participaron 7 hombres y 7 mujeres de edad media de 24 años, que completaron 3 sesiones de 7,5 h en orden aleatorio consistentes en estado de sedestación prolongado (SIT), sentados con breves paseos (WALK, 2 min a 5 km/h) cada 30 min o sentados con sentadillas intermitentes (SQUAT; 15 acciones de levantarse de la silla). Se controló el desayuno (20% energía total diaria) y comida (30% energía total diaria) para reproducir la ingesta habitual. Se obtuvieron muestras de sangre para analizar las concentraciones postprandiales de glucosa e insulina, y muestras de músculo esquelético para valorar la captación de insulina y consumo de glucosa a nivel celular. Los resultados mostraron que la insulinemia y glucemia no difirieron entre condiciones después del desayuno. Después de la comida, la concentración de insulina fue menor en SQUAT y WALK comparado con SIT. El área bajo la curva de insulina de 1 h después de la comida fue un 37& y 29% menor en SQUAT y WALK, respectivamente, comparados con SIT, sin embargo, el área bajo la curva de insulina de 3 h, solo se redujo en SQUAT. El área bajo la curva de la relación insulina/glucosa de 3 h se redujo en SQUAT y WALK, respecto a SIT. A nivel muscular no hubo diferencias entre condiciones. Los autores sugieren que interrumpir estados prolongados de sedestación con breves paseos o sentadillas reduce la insulinemia postprandial en personas sanas.

Aunque hay mucha evidencia científica que apoya la realización de breves periodos de actividad física a intervalos de 30-50 min en personas que pasan muchas horas sentadas, dudo que esta excelente y necesaria recomendación sea realmente adoptada por la población. Debemos intentar desde nuestra responsabilidad que se convierta en un hábito porque tiene efectos probados en la atenuación de factores de riesgo metabólico, aunque requiere una cierta disciplina y regularidad a lo largo del tiempo que no estoy seguro de que a nivel práctico sea realista.

Suscríbete ahora al Club EP&T, y llévate todas las formaciones por sólo 8€/mes, además de poder acceder a artículos especiales del blog