Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Hwang y col, 2022; PLoS One 30-jun; doi: 10.1371/journal.pone.0270484) cuyo objetivo fue investigar si el ejercicio individualizado de baja intensidad (ILIE) en el dominio antes del umbral de lactato 1 (LT 1) mejora la recuperación energética y la capacidad de resistencia general en futbolistas profesionales.
Veinticuatro futbolistas profesionales (edad: 24,53 ± 4,85 años, altura: 180 ± 6,30 cm, masa corporal: 75,86 ± 8,01 kg, grasa corporal: 12,19 ± 2,69%) participaron en el estudio (n = 24). La intervención ILIE de 1 h implicó 27 sesiones de trote que abarcaron nueve semanas y una velocidad de trote correspondiente al 72 % de LT 1 (7,15 ± 0,95 km/h). Las variables de prueba pre-ILIE y post-ILIE LT medidas dentro de las 9 semanas incluyeron concentraciones de lactato en sangre (La-) y frecuencia cardíaca (FC) a intensidades de ejercicio específicas durante la prueba ILIE LT. Las velocidades de trote/carrera (S), delta (Δ) S, HR y ΔHR se midieron en 1,5, 2,0, 3,0 y 4,0 mmol/L de lactato, respectivamente.
Los resultados mostraron que los valores de La- y HR a las mismas intensidades de ejercicio (5.4-16.2 km/h) en la prueba LT post-ILIE en comparación con la prueba LT pre-ILIE se redujeron significativamente (P<0.05 y P <0.01, respectivamente). Además, S en todos los niveles específicos de La- (1.5, 2.0, 3.0 y 4.0) aumentaron significativamente, mientras que HR en 2.0, 3.0 y 4.0 La- disminuyó significativamente (P< 0.05 y P< 0.01, respectivamente). Se observaron correlaciones positivas de bajas a moderadas entre ΔS y ΔHR a 1,5 y 2,0 La- (r = 0,52 y r = 0,40, respectivamente).
Los autores sugieren que el entrenamiento aeróbico a intensidad menor del umbral de lactato de nueve semanas mejoró la recuperación de energía y la resistencia general de jugadores de fútbol profesional. Esto se relaciona con los esprints intermitentes repetidos de alta intensidad durante el partido de fútbol de 90 minutos.
Un valor elevado de potencia aeróbica máxima (VO2max) es importante para los jugadores de fútbol, esencialmente porque les permite recuperar mejor entre acciones de juego de muy alta intensidad, como los esprints. Desde un punto de vista fisiológico no se debe agrupar a todos los jugadores de futbol de un equipo, ya sus perfiles fisiológicos pueden diferir significativamente. Así, un defensa, un delantero y un centrocampista comparten características no hay duda, pero también difieren en sus capacidades físicas (fuerza, potencia, capacidad de esprint, VO2max, capacidad aeróbica, etc.), hecho que se pone de manifiesto en las acciones llevadas a cabo en competición. En cualquier caso, todos deberían tener una elevada potencia aeróbica máxima (VO2max). La inclusión de HIIT aeróbico parece pertinente en futbolistas de elite, en el contexto de su plan de preparación física. Antes de discutir cuando se puede introducir este estímulo, el preparador físico debería estar convencido de su utilidad. La fisiología dice SI.
