HIIT frente a entrenamiento continuo en pacientes prediabéticos

Tanto el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) como el entrenamiento continuo han mostrado sus efectos beneficiosos en la regulación del metabolismo de la glucosa, tanto en pacientes diabéticos tipo 2, como en sujetos sanos. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Safarimosavi y col, 2018; J Strength Cond Res 22-jun; doi: 10.1519/JSC.0000000000002709) cuyo objetivo fue examinar los efectos de 12 semanas de HIIT frente a un entrenamiento continuo isocalórico (CET) sobre los índices de resistencia a la insulina, y cambios en la irisina y preptina en pacientes con prediabetes. Participaron 32 pacientes varones prediabéticos que fueron aleatoriamente asignados a uno de los siguientes tres grupos de entrenamiento, igualados en cuento al gasto energético asociado: a) HIIT (10×60 s al 90% VO2pico); recup: 1:1 a 50 W; b) CET a intensidad equivalente a FATmax (CETFAT); y c) CET a intensidad equivalente a umbral anaeróbico (CETAT). Un cuarto grupo (CON) no realizó entrenamiento. Los resultados mostraron que después de la intervención los niveles de glucemia fueron menores en el grupo HIIT vs CETAT. El entrenamiento mejoró el índice de resistencia a la insulina en un 35, 28 y 37% en CETFAT, CETAT y HIIT, respectivamente. Las concentraciones de irisina en HIIT y CETFAT descendieron significativamente en comparación con los valores preentrenamiento. También HIIT y CETFAT provocaron cambios significativos en la concentración de preptina en comparación al estado preentrenamiento. Este estudio demuestra que tanto los protocolos HIIT como los continuos de intensidad moderada tienen efectos similares sobre los índices de resistencia a la insulina en pacientes prediabéticos.

La irrupción del HIIT en el ámbito de la salud en los últimos años a supuesto para algunos polarizar su atención hacia esta modalidad de entrenamiento como la más eficaz. Pienso que el HIIT aporta enormes beneficios en relación a la salud, y también en la regulación de procesos fisiopatológicos en distintas enfermedades, pero desde un punto de vista formal no se si realmente los beneficios clínicos superan de manera evidente a los obtenidos con otras modalidades de entrenamiento, como pueden ser el entrenamiento aeróbico continuo o incluso el entrenamiento de fuerza. Tampoco estoy seguro que se genere una mayor adherencia a estos programas, aunque el tiempo se aplicación sea evidentemente menor en cada sesión. Lo que quiero decir es que lo importante a nivel clínico y de prevención de muchas enfermedades es la aplicación de ejercicio de manera regular, los apellidos son importantes no cabe duda, pero no imprescindibles.

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