En el ámbito del rendimiento aeróbico, la inclusión de sesiones de entrenamiento interválico aeróbico de alta intensidad (HIIT) tiene como objetivo principal el aumento del VO2max y/o velocidad ó potencia asociada al VO2max. Las adaptaciones específicas que llevan a las mejoras descritas con esta modalidad de entrenamiento aún deben completarse. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Astorino y col, 2016; Med Sci Sports Exerc 16-sep) cuyo objetivo fue examinar cambios en VO2max y gasto cardiaco (CO) en respuesta a HIIT. Participaron en el estudio hombres y mujeres físicamente activos (edad media: 25,7 años; VO2max medio: 40,7 ml/kg/min), que se distribuyeron en grupo experimental (HIIT) y grupo control (CON). Las primeras 10 sesiones de HIIT consistieron en 8-10 intervalos de 60 s pedaleando en bicicleta al 90-110% Wmax, con 75 s de recuperación, seguido de otras 10 sesiones en las que se aplicó de manera aleatoria uno de los siguientes esquemas de entrenamiento: entrenamiento interválico de esprint (SIT), entrenamiento interválico de alto volumen (HIITHI) o entrenamiento interválico periodizado (PER). Antes y después del programa de entrenamiento de midió VO2max y se estimó el gasto cardiaco. Los resultados mostraron que en comparación al grupo control, los tres grupos de HIIT mostraron aumentos significativos de VO2max, hecho que se asoció a un incremento del CO. El volumen sistólico aumentó en HIIT, pero no se modificó la frecuencia cardiaca máxima o la diferencia arteriovenosa. Los autores concluyen que el aumento del VO2max asociado al HIIT se produjo por mejora en la cesión de oxígeno.
La aplicación de HIIT está cada vez más extendida en el área de fitness, aunque hay que hacer la precisión que en la mayoría de las ocasiones no se cumplen los requisitos de una verdadera sesión de HIIT. A pesar de ello la alta intensidad relativa aplicada se asocia a adaptaciones que son beneficiosas para el rendimiento y la salud.