El triatlón es un deporte de resistencia multidisciplinario que incluye natación, ciclismo y carrera, con variantes en distancias que van desde el formato olímpico hasta el Ironman. El éxito en esta disciplina exige un gran volumen de entrenamiento en las tres modalidades, además de una ingesta de energía (IE) adecuada para compensar el gasto energético (GE) sustancial. El gasto energético total (GET) abarca todos los procesos biológicos, incluido el metabolismo basal, el efecto térmico de los alimentos y la actividad física, y se mide comúnmente mediante agua doblemente marcada (ADM), considerada el estándar para evaluaciones de GE en atletas.
Estudios previos en deportes de resistencia, como el ciclismo, han observado valores elevados de actividad física y GET en eventos de larga duración. Sin embargo, un límite “metabólico” de gasto energético sostenido se ha propuesto, situándolo en aproximadamente 2,5 veces la tasa metabólica basal (TMB). Este límite sugiere que un gasto energético que excede esta cifra requiere recurrir a reservas de energía, lo cual no es sostenible a largo plazo. En este contexto, el presente estudio se enfoca en examinar el GET de un triatleta de clase mundial, Kristian Blummenfelt, durante dos campamentos de entrenamiento específicos y tres años de preparación.
La metodología utilizada incluyó mediciones de GE mediante ADM en dos periodos distintos, además de un registro detallado de volumen e intensidad de entrenamiento en tres zonas de frecuencia cardíaca, velocidad y potencia. Se aplicó una distribución de intensidad piramidal, caracterizada por un predominio del entrenamiento de baja intensidad, complementado con dosis moderadas de intensidad media y mínima de alta intensidad.
El estudio busca analizar si el GE sostenido de Blummenfelt sobrepasa el límite metabólico propuesto, desafiando así los modelos actuales y sugiriendo nuevas perspectivas sobre la capacidad fisiológica en atletas de élite. Los hallazgos podrían expandir el entendimiento sobre los límites de la resistencia humana y proporcionar una base para optimizar la relación entre el volumen de entrenamiento y el gasto energético en deportes de alta demanda física.
Este estudio evaluó el gasto energético total (GET) y el volumen de entrenamiento de Kristian Blummenfelt, triatleta de élite, durante tres años (2020-2022). Para medir el GET, se usó agua doblemente marcada (ADM) en dos campamentos de entrenamiento específicos: el primero, de octubre a noviembre de 2021, y el segundo, de enero a febrero de 2022, ambos a 2320 metros de altitud. El método ADM permitió medir el consumo energético al analizar la concentración isotópica en muestras de orina recolectadas diariamente. La producción de CO₂ se calculó a partir de estas mediciones para estimar el GET, y se usó la fórmula de Van Hooren para estimar la tasa metabólica basal (TMB), obteniendo así el nivel de actividad física (PAL) como la relación entre GET y TMB.
Para evaluar la ingesta energética (IE), se realizaron recordatorios de dieta de 24 horas durante cuatro días consecutivos en el segundo campamento. La IE se analizó mediante un software de nutrición que accede al registro nutricional de Noruega, proporcionando datos detallados de macronutrientes.
El registro de entrenamiento abarcó 2782 sesiones documentadas por dispositivos Garmin, que registraron la duración, potencia, frecuencia cardíaca y velocidad de cada sesión. Las actividades se clasificaron en tres zonas de intensidad: baja, moderada y alta, con base en las mediciones de umbrales de lactato y la velocidad/potencia en cada modalidad (ciclismo, carrera y natación). Estas zonas permitieron analizar la distribución de intensidad a lo largo del período de estudio y contextualizar el GET registrado.
Se utilizó software estadístico para analizar los datos y generar visualizaciones del volumen de entrenamiento y la intensidad. Este enfoque permitió una evaluación precisa de la carga de entrenamiento y el GET en un atleta de élite, brindando información sobre la capacidad de sostener altos niveles de gasto energético en el tiempo y la relación entre volumen de entrenamiento y consumo energético en contextos de alta demanda física.
Durante los campamentos de entrenamiento, el GET promedio diario, medido mediante agua doblemente marcada (ADM), fue de 7,715-8,506 kcal en DLW1 y de 7,019-8,078 kcal en DLW2, dependiendo del método de cálculo. Los valores de PAL (nivel de actividad física) se mantuvieron entre 3.4 y 3.8, superando el límite metabólico propuesto de 2.5 veces la tasa metabólica basal (TMB), lo que sugiere que el atleta puede sostener niveles elevados de gasto energético durante periodos prolongados.
La ingesta energética (IE) diaria de Blummenfelt osciló entre 4,899 y 6,360 kcal en los días analizados, sin alcanzar el GET medido, aunque su peso corporal se mantuvo estable, lo que indica un balance energético general. Esto apoya la hipótesis de que los atletas de élite podrían subestimar su ingesta o que poseen una capacidad superior de absorción de nutrientes.
El volumen anual de entrenamiento fue de 1,480 horas en 2020, 1,350 horas en 2021 y 1,308 horas en 2022, con un promedio semanal de 26.3 horas, con la mayoría de las sesiones en la zona de baja intensidad (LIT), seguida de entrenamiento de intensidad moderada (MIT). La distribución piramidal de intensidad utilizada, caracterizada por grandes volúmenes de entrenamiento de baja intensidad, parece haber permitido a Blummenfelt sostener su alta demanda energética sin comprometer su rendimiento.
Estos resultados cuestionan el límite metabólico previamente sugerido para el gasto energético sostenido y resaltan la capacidad de los atletas de élite para mantener altos niveles de gasto energético mediante una planificación adecuada de intensidad y volumen de entrenamiento.
Los resultados sugieren que Blummenfelt mantuvo un nivel de actividad física (PAL) que excede el límite metabólico propuesto de 2.5 veces la tasa metabólica basal (TMB) en la mayoría del periodo de observación. Este hallazgo desafía la teoría del “techo metabólico”, que postula que el GET sostenido debe limitarse debido a los efectos de desgaste fisiológico cuando se superan estos valores durante largos periodos. Los datos sugieren que, bajo ciertas condiciones de entrenamiento y con adaptaciones específicas, algunos atletas de élite pueden mantener GET elevados sin experimentar efectos negativos aparentes en el rendimiento ni en el balance energético.
El diseño de entrenamiento de Blummenfelt fue otro aspecto relevante del estudio, destacando una distribución de intensidad piramidal. La mayoría de sus sesiones se centraron en entrenamiento de baja intensidad (LIT), complementado con una cantidad moderada de entrenamiento de intensidad media (MIT) y una mínima de alta intensidad (HIT). Esta estructura piramidal podría ser una de las razones clave que le permite soportar una carga energética tan alta. En los deportes de resistencia, este tipo de enfoque coincide con investigaciones que demuestran que grandes volúmenes de LIT son fundamentales para el desarrollo de la resistencia y la recuperación. A diferencia del modelo de entrenamiento polarizado, que alterna entre bajas y altas intensidades, la estructura piramidal con más MIT podría ser más sostenible y beneficiosa en atletas de resistencia de élite, como en el caso de Blummenfelt.
Además, aunque la ingesta energética (IE) medida no alcanzó el GET en algunas fases, el peso corporal de Blummenfelt permaneció estable durante el estudio, lo que sugiere que su IE podría estar subestimada o que posee una capacidad mejorada de absorción y utilización de nutrientes. Este fenómeno está respaldado por estudios que indican que los atletas de élite tienen una tolerancia superior a grandes cantidades de carbohidratos y podrían tener una eficiencia más alta en la absorción de nutrientes. Esta capacidad podría ser un factor crucial que les permite sostener un alto GET sin recurrir a la pérdida de masa corporal, un aspecto que podría estar relacionado con adaptaciones fisiológicas particulares.
Desde el punto de vista metodológico, el estudio utilizó agua doblemente marcada (ADM) y aplicó el método de meseta para evaluar el GET en condiciones de alta demanda energética. El método de meseta fue particularmente útil, ya que evita la subestimación de la dilución isotópica en situaciones de alta intensidad, lo que hace que esta técnica sea idónea para estudios de este tipo en atletas de élite.
Estos hallazgos invitan a reconsiderar las teorías existentes sobre los límites metabólicos en humanos, sugiriendo que los atletas de élite pueden funcionar dentro de un rango metabólico superior al estimado previamente. Además, el estudio subraya la importancia de un plan de entrenamiento bien estructurado y adaptado, con un énfasis en la intensidad y el volumen, como elementos clave en la capacidad de los atletas de resistencia para mantener altos niveles de GET a lo largo del tiempo.
En el futuro, sería beneficioso realizar estudios longitudinales que incluyan mediciones continuas en diferentes altitudes y entornos, con el fin de comprender mejor cómo los atletas de élite logran gestionar el gasto energético y el entrenamiento a lo largo de periodos más extensos. Esto podría ayudar a establecer recomendaciones más precisas y optimizadas para el entrenamiento y la nutrición en deportes de resistencia de alta demanda.
En conclusión, los resultados presentes muestran que los valores de PAL de KB durante dos fases distintas exceden significativamente el límite metabólico propuesto de 2.5 veces la TMB, representando la mayor parte del periodo de tres años. Por lo tanto, los atletas de clase mundial, que están escasamente representados en la literatura, pueden alcanzar resultados que de otra forma no serían posibles. Notablemente, él logró esto aplicando un enfoque de entrenamiento piramidal. Finalmente, el enfoque metodológico es fundamental al medir el GET en condiciones de alta demanda energética, y nuestros resultados refuerzan que el método de meseta debe ser adoptado en tales casos.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2024/11/Training-volume-and-total-energy-expenditure-of-an-Olympic-and-1-Ironman-world-champion.pdf
Referencia completa:
Dasa MS, Bu OA, Sandbakk Ø, Rønnestad BR, Plasqui G, Gundersen H, Kristoffersen M. Training volume and total energy expenditure of an Olympic and Ironman world champion: approaching the upper limits of human capabilities. J Appl Physiol (1985). 2024 Oct 31. doi: 10.1152/japplphysiol.00706.2024.